Estas barreras «impiden la capacidad de los agentes para detener e inspeccionar a los migrantes», argumentó el Departamento de Justicia estadounidense.
La procuradora general de Estados Unidos, Elizabeth Prelogar, ha solicitado este martes a la Corte Suprema que permita a los agentes de la Patrulla Fronteriza cortar o mover el alambre de púas instalado por las autoridades de Texas en la frontera con México en un intento de impedir los cruces ilegales y hacer frente a la migración irregular.
El recurso representa un paso más en la batalla legal de la Administración del presidente Joe Biden con el estado republicano, que acusa al Gobierno federal de interrumpir sus esfuerzos de lucha contra la crisis migratoria y destruir la propiedad de Texas.
El mes pasado, Texas apeló un fallo que permite a los agentes federales cortar el alambre de púas y logró una prohibición temporal de la destrucción de la propiedad estatal —con excepción de los casos de una emergencia médica, cuando las barreras dificultan el acceso para brindar primeros auxilios a los migrantes heridos— mientras el enfrentamiento judicial sigue en curso.
Prelogar ha instado a levantar las restricciones, insistiendo en que «la ley estatal no puede aplicarse para impedir a los agentes federales llevar a cabo sus actividades autorizadas a nivel federal». «El requerimiento del tribunal de apelación no solo es jurídicamente erróneo, sino que también tiene graves consecuencias sobre el terreno», aseveró.
«Los agentes de la Patrulla Fronteriza que operan bajo circunstancias difíciles en la frontera deben tomar decisiones que dependen del contexto, a veces en fracciones del segundo, sobre cómo hacer cumplir las leyes federales de inmigración y mantener al mismo tiempo la seguridad pública», argumentó la procuradora general.
«Pero el mandamiento judicial prohíbe a los agentes atravesar o mover los obstáculos físicos erigidos por el estado, que impiden el acceso a la misma frontera que están encargados de patrullar y a las personas que están encargados de detener e inspeccionar», agregó.
Refiriéndose a la excepción concedida por el tribunal de apelación sobre los casos de emergencias médicas, Prelogar afirmó que se ignoró el hecho de que «cortar el paso a través de las densas capas del alambre de púas puede llevar de 10 a 30 minutos«, con lo cual «puede ser demasiado tarde para prestar ayuda vital».
«Las barreras de Texas en Eagle Pass impiden la capacidad de los agentes para detener e inspeccionar a los migrantes», sostuvo Prelogar.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, respondió de forma lacónica: «Nos vemos en la corte«. «Los estadounidenses y los tribunales rechazarán la hostilidad de Biden hacia las leyes migratorias. Texas seguirá desplegando a la Guardia Nacional para erigir las barreras fronterizas y repeler a los migrantes ilegales», escribió Abbott en su cuenta de X.