«Sería un absoluto delirio»: vocero presidencial descarta que Milei quiera cerrar el Congreso

Manuel Adorni también criticó la convocatoria a un paro nacional para el 24 de enero.

El vocero presidencial de Argentina, Manuel Adorni, aseguró este viernes que el presidente Javier Milei no quiere cerrar el Congreso, como han denunciado algunos de sus críticos desde que comenzó a gobernar el pasado 10 de diciembre.

«No creo que la oposición crea realmente que el presidente quiera cerrar el Congreso nacional porque sería, en realidad, un absoluto delirio», afirmó en conferencia de prensa en la Casa Rosada, sede del Gobierno.

Adorno consideró que las denuncias de supuestas intenciones autoritarias del presidente son «extrañas» tomando en cuenta que, apelando al debate y a la opinión de ideas, acaba de enviar un abultado proyecto de ley al Congreso.

«Es llamativo, también, que se considere que el presidente de la nación, que siempre ha defendido los valores republicanos y la división de poderes, se piense que quiera cerrar el Congreso cuando es al revés, lo único que estamos haciendo es que la división de poderes se respete como nunca«, insistió.

Las acusaciones contra Milei se basan en la presentación de dos documentos que modifican cientos de leyes sin haber tomado en cuenta la opinión del Poder Legislativo.

Uno es el Decreto de Necesidad y Urgencia que presentó la semana pasada, que consta de 366 artículos que desregulan por completo la economía del país sudamericano y que entró en vigencia hoy.

Además, Milei dio a conocer esta semana la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos que, por sus dimensiones, fue bautizado como ‘ley ómnibus‘, ya que consta de 664 artículos.

Contra el paro

Aunque, a diferencia del DNU, la ‘ley ómnibus’ sí será debatida primero en el Congreso, generó alarma porque en sus primeras páginas el presidente solicita que el Congreso le delegue facultades legislativas de manera extraordinaria durante sus primeros dos años de Gobierno, con posibilidad de extenderlas hasta el fin de su mandato, lo que implica que gobernaría por decreto.

De hecho, ambas normas motivaron que la Confederación General del Trabajo (CGT), la central sindical más importante de Argentina, convocara a un paro nacional para el 24 de enero.

Adorni denostó la movilización al considerar «llamativo» que la CGT no haya realizado esta manifestación de fuerza durante los cuatro años de gestión del expresidente Alberto Fernández (2019-2023), y en cambio lo haga ahora contra un Gobierno que sólo lleva 17 días.

«Nos llama la atención que no se entienda que, entre los aspectos que merecen una modernización, el esquema laboral necesita reformas urgentes», dijo al insistir en que los cambios que propone el Gobierno se deben a que enfrenta «un escenario extremadamente complejo, complicado y preocupante» y que se «vienen meses muy difíciles».

Para justificar la reforma laboral, que la CGT considera que precariza todavía más a millones de trabajadores, el vocero recordó que Argentina tiene el Producto Interno Bruto (PBI) de menor nivel desde 2011, que el empleo de calidad no ha crecido en una década y que los salarios son de los más bajos de la región.

«En la gestión anterior no hicieron paro (a pesar de que) los trabajadores no dejaron de perder poder adquisitivo. Es llamativo que, quienes defienden de manera legítima los derechos de los trabajadores, no hayan percibido entonces lo que han percibido en estos 17 días de Gobierno. Su defensa de derechos de los trabajadores tal vez esté sesgada por algunos otros intereses«, señaló.

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