Ex vice primer ministro de Serbia acusa a Berlín de intentar desestabilizar a su país

BELGRADO (Sputnik) — Detrás de las protestas de la oposición en Serbia están los servicios de Inteligencia occidentales, sobre todo los de Alemania, por lo cual no se descartan nuevos desórdenes, declaró a Sputnik el ex vice primer ministro del Estado y el líder del Partido Radical Serbio, Vojislav Seselj.

La Cancillería alemana, al basarse en un informe de los observadores de la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la OSCE, declaró que en las elecciones parlamentarias y municipales serbias del 17 de diciembre fueron registrados hechos de abuso de los recursos del Estado, de intimidación y soborno de electores.

«Detrás de esas protestas están, sin duda alguna, unos servicios secretos occidentales, entre los que el BND alemán juega el papel clave, pero también participan sus homólogos estadounidense, británico y francés. Las autoridades de Serbia se vieron obligadas a usar la fuerza cuando fue lanzado un ataque contra la sede del Ayuntamiento de Belgrado», señaló Seselj.

Al recordar que en ocasiones anteriores se bloquearon puentes y carreteras, el político señaló que las manifestaciones pueden permitirse en la parte céntrica de la ciudad, pero la estructura de transporte de importancia vital no debe ponerse en peligro. «En este último caso el uso de la fuerza está justificado», subrayó.

A juicio de Seselj, Occidente intenta poner a prueba al presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, antes de emprender nuevas acciones.

Los partidarios de la oposición prooccidental serbia fijaron para el 29 de diciembre el bloqueo de las vías de transporte por 24 horas, planeando que debe desembocar en una multitudinaria protesta el próximo sábado en Belgrado.

«Es probable que el sábado [el 30 de diciembre] vuelvan a cometerse actos de violencia durante las protestas. Las fuerzas occidentales usan ese método para obligar a Vucic a renunciar a Kosovo y Metohija, dejar de apoyar a la República Serbska de Bosnia y Herzegovina e imponer sanciones a Rusia, lo cual pondría fin a su carrera», subrayó el líder del Partido Radical Serbio.

Según este experimentado político, los sucesos actuales hacen evocar las protestas del año 2000, cuando fue derrocado el entonces presidente serbio Slobodan Milosevic.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, al intervenir hace un tiempo en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Belgrado, dijo que los bombardeos de Yugoslavia de 1999 eran una acción humanitaria, los estudiantes presentes aclamaron esa declaración. Pero esos jóvenes no son la fuerza principal de las protestas, señaló Seselj.

«En el 2000 grandes sumas de dinero llegaban a Belgrado vía Budapest. También en esta ocasión los principales activistas opositores reciben dinero del exterior», afirmó.

La Fiscalía Superior de Serbia comunicó el 27 de diciembre que siete participantes de las protestas que se desarrollaron en Belgrado en la noche del 24 al 25 de diciembre reconocieron su culpabilidad y aceptaron recibir penas en forma de multas y privación de libertad condicional, dos fueron puestos en libertad; a otros 11 se les aplicó el arresto y les espera un proceso judicial.

Partidarios del bloque opositor Serbia contra la Violencia, que logró el 23,4% en las urnas, llevan más de una semana protestando en las calles por un presunto fraude electoral cometido por la coalición oficialista que ganó con el 46,7% de los apoyos.

El 24 de diciembre, los manifestantes asaltaron el Ayuntamiento de Belgrado, causando destrozos en el edificio. La policía dispersó a la turba, pero ocho agentes fueron agredidos, entre ellos dos que están graves. Al menos 38 individuos fueron detenidos por su implicación en los disturbios.

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