En entrevista, expertos analizan el excepcional año del grupo y enumeran sus principales desafíos para el 2024.
El 2023 estuvo marcado por acontecimientos importantes en relación con las actividades de los BRICS, alianza estratégica protagonizada por Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica.
Entre algunos hechos que se pueden enumerar está la adhesión de nuevos miembros, el ascenso de Dilma Rousseff a la presidencia del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), conocido como Banco BRICS, y los avances en la discusión en torno a la creación de una moneda única para el grupo.
Para el maestro en historia Marco Fernandes, investigador del Instituto Tricontinental, el hecho más destacado para el bloque durante este año que se acaba fue el interés que más de 20 países del sur global expresaron para convertirse en miembros.
«Nunca ha habido un movimiento global como el actual en torno a los BRICS. Porque además la lista de países que buscaban ingresar al grupo incluía a Grecia, que no es exactamente un país en el sur global. E incluso vimos la petición del presidente francés [Emmanuel] Macron, que también pidió participar en la última reunión de los BRICS, algo que evidentemente fue vetado», señala el analista.
Fernandes añade que el segundo hecho importante fue la expansión histórica del grupo. En este contexto, menciona el trabajo del diplomático sudafricano Anil Sooklal, designado como sherpa de la cumbre en Johannesburgo.
«Imagínense el trabajo que los sherpas de Sudáfrica tuvieron que hacer este año para hacer toda esta coordinación, para dialogar con más de 20 países que se estaban postulando, y luego para realizar todo el proceso de elección de los seis nuevos países».
Dilma Rousseff, nueva presidenta del Banco BRICS
El especialista también destaca el papel de Dilma Rousseff como presidenta del Banco BRICS, afirmando que el hecho de que la exmandataria brasileña haya sido nombrada para el cargo trae un importante reconocimiento a Sudamérica.
«Tener un líder mundial brasileño en una posición tan importante claramente le da capital político a Brasil, le da capital político a Sudamérica y, sobre todo, al presidente Lula, que fue quien tomó esta decisión», dice el experto.
«El Banco BRICS necesita guiar los debates públicos sobre las principales cuestiones estratégicas del mundo, tal como lo hace, por ejemplo, el Banco Mundial. ¿Cuántas veces abrimos la prensa y leemos: ‘Según el informe del Banco Mundial, la inflación del año próximo será…’. La misma cosa con el FMI (Fondo Monetario Internacional)», estimó.
«Y ambas, por supuesto, son instituciones de Bretton Woods y representan, en gran medida, los intereses de los países del norte global. Por eso necesitamos que el Banco BRICS también cumpla este papel en el lado sur», explicó el investigador.
Una buena medida tomada por Dilma, en opinión de Fernandes, fue el hecho de que el Banco BRICS comenzó nuevamente a recaudar fondos.
«Antes de que llegara Dilma, [el banco] llevaba más de un año sin recaudar fondos. Y si un banco no está bien fondeado, no puede hacer mucho. De esta manera, se podrá garantizar el mejor financiamiento de proyectos de infraestructura en el sur global».
El analista precisa que desde que Dilma asumió la presidencia del Banco BRICS, «este año se ha recaudado el equivalente a 6.000 millones de dólares», con la expectativa de llegar a 7.500 millones de dólares en los próximos días.
«Ahora bien, si pensamos que el banco ha recaudado el equivalente a 33.000 millones de dólares en ocho años, eso da un promedio de más o menos 4.000 millones de dólares por año. Si alcanzan 7.500 millones de dólares para finales de año, esto será casi el doble del financiamiento promedio que el banco estaba otorgando».
¿El principal objetivo de 2024?
Para Fernandes, el principal desafío del Banco BRICS en 2024 será avanzar en el debate sobre la desdolarización. Señala que, actualmente, la mayoría de los recursos captados por el ente financiero son en dólares.
«Para que se hagan una idea, de estos 33.000 millones de dólares, solo el equivalente a 5.000 millones de dólares, más o menos, se recaudó en yuanes, la moneda china. El resto fue principalmente en dólares y la otra parte en euros. Ahora bien, esto es un problema, porque precisamente los países del sur global, cuando se endeudan en dólares, están sujetos a las variaciones del tipo de cambio y a la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos», explica el investigador.
«El banco BRICS necesita recaudar dinero en monedas locales. Ese es el objetivo, para 2026, recaudar hasta un 30% en monedas locales. Así que el banco tendrá que hacer mucho avances en esto en los próximos años», añade.
Según Fernandes, otro gran debate previsto para los BRICS el año próximo será la creación de una moneda única para el grupo, aunque señala que esta divisa no será algo parecido al euro. «No es una moneda que vaya a circular, no tendré billetes de los BRICS para comprar una taza de café en la esquina», matiza.
Sin embargo, el experto afirma que la moneda serviría «como referencia para las reservas entre los países del grupo, una especie de mecanismo común».
La presidencia en 2024 será de Rusia
En 2024, Brasil debía asumir la presidencia de los BRICS. Sin embargo, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva pidió al grupo que el país no sea elevado al cargo, ya que en 2024 la nación sudamericana asumirá también la titularidad del G20, lo que traería una acumulación de funciones muy compleja. Por ello, se decidió adelantar el ingreso de Rusia como presidenta de los BRICS.
Para Fernandes, esta decisión llegó en un gran momento, ya que Rusia está muy interesada en buscar alternativas al dólar, en un contexto en el que Moscú lidera junto a Pekín el establecimiento de un nuevo sistema multipolar, alejado de los dictados de Washington y atento a las necesidades del sur global.
«Creo que nada podría haber sido mejor para los BRICS, en un año de consolidación de la expansión y avance de los debates sobre alternativas al dólar, que Rusia asumiera la presidencia en este momento», opina.
Fernandes finaliza lamentando la decisión del nuevo Gobierno argentino de no proceder con la adhesión de Buenos Aires a los BRICS. Recuerda que Brasil apoyó el ingreso de Argentina al grupo desde el principio y puso todos los esfuerzos para que se consolidara.
«Si Argentina no entra, lo que escuché de fuentes internas del BRICS es que no habrá un reemplazo inmediato para Argentina. Eso sería muy malo, porque América Latina perderá un lugar que se ganó con mucho trabajo diplomático», ponderó el estudioso.
¿Quiénes formarán parte el año que entra?
En diálogo con Sputnik, la profesora de relaciones internacionales Laerte Apolinario, de la Pontificia Universidad Católica de San Pablo (PUC-SP), afirma que los países que ingresarán a los BRICS a partir del 1 de enero del 2024, que son Egipto, Irán, Etiopía, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, traerán grandes beneficios al grupo.
«Cuando miramos a Etiopía, por ejemplo, estamos hablando del segundo país más poblado de África, con una población de más de 120 millones de habitantes. Y es una población conformada principalmente por jóvenes, lo que significa que el país tiene buenas perspectivas de crecimiento en el futuro, especialmente en términos del dividendo demográfico», evaluó.
«Además de la cuestión demográfica, el país está situado en una región muy estratégica. No solo se considera un punto de conexión en la región, debido a su posición central en relación con el continente, sino también por su papel como nexo entre África y Oriente Medio», abundó.
Apolinario también destaca la cuestión económica, afirmando que Adís Abeba «ha mostrado altas tasas de crecimiento en los últimos años, muy por encima de la media de las economías emergentes. El país se ha destacado por atraer industrias con uso intensivo de mano de obra, en particular la industria textil».
Otra adhesión importante, en opinión de la universitaria, es la de Irán, un país que ha sido castigado por los poderes occidentales, empezando por los EEUU, por no someterse a sus imposiciones geopolíticas y económicas.
«En las últimas décadas, Irán ha sido blanco de numerosas sanciones por parte de Estados Unidos y también de otros países occidentales que buscan presionar a Teherán. Por lo tanto, Irán ha buscado diversificar su política internacional y sus alianzas, como una forma de combatir este aislamiento político en el sistema internacional», apuntó la internacionalista.
«Observamos que en los últimos años Irán ha tratado de acercarse especialmente a China, que hoy es su mayor socio comercial, representando más de la mitad de sus exportaciones, un tercio de sus importaciones, además de otros países, como la India y Rusia», especificó.
La especialista destaca también la entrada de Emiratos Árabes Unidos en el grupo y recuerda que ese país de Medio Oriente es «uno de los mayores productores de petróleo y gas natural del mundo, y es un importante exportador de petróleo».
«Estamos hablando de un país que ya forma parte del Banco BRICS, por lo que ya ha participado en los mecanismos BRICS durante los últimos años. Y la contribución de los Emiratos Árabes Unidos sería, precisamente esa, un país que puede inyectar tanto liquidez para el banco, como también tener un papel más significativo en el sistema financiero internacional», ilustró.