El mandatario argentino decretó 30 medidas de desregulación económica, entre ellas la modificación de la Ley de Sociedades, que abre la posibilidad al desarrollo de sociedades anónimas en el fútbol local. En diálogo con Sputnik, periodistas deportivos analizan la viabilidad de la nueva normativa.
El pasado 20 de diciembre, el presidente argentino, Javier Milei, anunció el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), con medidas para desregularizar la economía, en lo que el mandatario consideró un «plan de estabilización de shock que comprende política fiscal y monetaria».
El DNU incluye la derogación de la Ley de alquileres, de abastecimiento, de góndolas para la liberación de precios, y de la normativa que impide la privatización de las empresas públicas, además de modificaciones al régimen laboral, entre otras.
Asimismo, el megadecreto modifica la Ley General de Sociedades, con el objeto de que los clubes de fútbol puedan convertirse en sociedades anónimas si así lo quisieran.
El estatuto de la Asociación Argentina del Fútbol (AFA), el ente rector de este deporte en el país, establece que los clubes para ser admitidos deben ser asociaciones civiles sin fines de lucro.
«Cuando se tratare de asociación civil que se transformare en sociedad comercial o resolviera ser socia de sociedades anónimas, [se requiere el] voto de los dos tercios de los asociados», establece el artículo 347 del Título XIV de la Ley General de Sociedades del DNU presentado por el ejecutivo.
El presidente Milei «abrió las puertas para el desembarco de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en la Argentina, pero es un globo de ensayo», afirmó el periodista deportivo Alberto Cantore.
Se trata de «un anuncio sin reglamentaciones o una secuencia de enredos que un club debería desanudar para dejar de ser una Asociación Civil sin Fines de Lucro y convertirse en una SAD», complementó.
También en diálogo con Sputnik, el periodista deportivo de Radio Universidad de La Plata Damián Zárate, calificó como «reprochable» la posible entrada de las SAD a través del DNU.
«Los clubes, unidos a través de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) y además individualmente, ya se manifestaron que estaban en contra de las SAD», aseguró.
Según consigna Página 12, Milei se declaró admirador de la libertad para que los capitales privados adquieran clubes deportivos, como sucede en el fútbol de Inglaterra.
«A mí me gusta el modelo inglés, no les va mal. La pregunta es cómo se financia. Las sociedades anónimas, de hecho, tienen clubes que cotizan en bolsa y todo. ¿A quién le importa quién es el dueño si le ganás y sos campeón del mundo?», expresó Milei en una entrevista durante la campaña electoral.
En Argentina, los clubes deportivos «cumplen un rol social mucho más trascendente que si la pelota entra o no entra. Los clubes, justamente, son otros socios, son lugares de contención y si tuviese un dueño árabe, o un jeque catarí, no le importaría lo que sucede cuando hay una inundación», ejemplificó Zárate.
«Los clubes tienen un enorme valor, pero no tienen precio. Eso, ellos no lo pueden dimensionar», agregó.
Un camino difícil
La inclusión del artículo que permite la entrada en juego de las SAD en el fútbol argentino, se da a pocos días de que el expresidente Mauricio Macri (2015-2019), uno de los principales impulsores de la apertura de los clubes sociales a la inversión privada, fuera derrotado en las elecciones del Club Atlético Boca Juniors, al que presidió en la primera década del siglo XXI, a manos de la lista encabezada por el ídolo del club Juan Román Riquelme.
«Resulta extraño» que se habilite la transformación de los asociaciones civiles en sociedades anónimas mediante decreto, aseguró Zárate. «En su momento los clubes asociados a AFA dejaron sentado el asunto, haciendo referencia a los estatutos» de las propias instituciones deportivas.
«No hay ninguna necesidad, ni urgencia, de que esa situación se resuelva en lo inmediato», agregó.
Cantore coincidió en que tampoco es comprensible la prisa «para desregular la organización deportiva». Y reiteró además que el camino para que un club se convierta en SAD no es sencillo.
Según el analista, el DNU habla de Sociedades Anónimas y no de SAD y «será así hasta que las últimas se reglamenten en cuanto a obligaciones, alcances y requisitos para que un club se transforme en una de ellas». Para ello, «se requiere una ley sancionada por el Congreso», destacó.
Pero hay mas «escollos», advirtió. Primero, los clubes para pasar de asociaciones civiles a SAD, deben recurrir a las asambleas de socios para lograr, internamente, cambiar los estatutos propios, ya que «la mayoría de las instituciones prohíben las SAD».
Luego, «que las dos terceras parte de los votos de los socios apoyen el cambio». Y por último, «la inscripción en la Inspección General de Justicia (IGJ), en Buenos Aires, o en la Dirección de Personas Jurídicas, en las provincias», explicó Cantore.
De superar todas las barreras, recién se llegará al ente rector del fútbol argentino para su inscripción. «Pero la AFA no aceptará a las SAD y se pasará a la vía judicial, que consistirá en una denuncia ante la IGJ o un amparo judicial, en el caso de que el club esté compitiendo», concluyó.
El Gobierno de Milei tendrá 10 días para enviar el DNU al Congreso, donde será analizada por una comisión bicameral, que solo por mayoría absoluta elevará el trámite al Senado y a la Cámara de Diputados.
Para que el decreto sea rechazado es necesario que la mayoría absoluta de ambas cámaras así lo decidan. Si solo una lo hace, el DNU continuará vigente.