La tasa de pobreza en la población infantil española se sitúa en el 28 %, ocupando el puesto 36 de 39 en la tabla clasificatoria general de naciones de alto ingreso.
España es el país de la Unión Europea (UE) con más pobreza infantil, según un informe publicado a principios de diciembre por UNICEF España que se basó en el Report Card 18 de la Oficina de Investigación de dicha agencia de la ONU.
Concretamente, el índice de pobreza en la población infantil española se sitúa en el 28 %, ocuando el puesto 36 de 39 en la tabla clasificatoria general de naciones de alto ingreso solo por encima del Reino Unido, Turquía y Colombia.
«En el año 2023, una tasa de pobreza infantil así en España es inaceptable, y no podemos volver la vista a otro lado ante la situación de cualquier niño, niña o adolescente en nuestro país que no disfrute de unas condiciones de vida dignas», afirmó Gustavo Suárez Pertierra, presidente de UNICEF España.
El análisis también destaca las enormes desigualdades en los riesgos de la pobreza, siendo los colectivos más expuestos a ella las familias migrantes, los niños de la comunidad gitana, quienes padecen una discapacidad o los que viven en hogares con un solo adulto.
Desde UNICEF España aseveran que es fundamental terminar con la pobreza infantil, por lo que es menester tomar una serie de medidas, tales como expandir las políticas sociales de apoyo económico orientadas a la infancia y sus familias, mejorar el acceso a servicios esenciales, ampliar la cobertura de medidas de conciliación, garantizar la educación entre los 0 y 3 años y avanzar en la garantía de acceso a vivienda adecuada.
¿Qué dicen los expertos?
«España: tasa de pobreza infantil: 28 %; casi idéntica a la existente en Reino Unido en 1997 al final del Gobierno del [ex primer ministro británico] John Major: 30 %. Existen puntos en común entre entonces y ahora: quienes si son necesarios y quienes no lo son», escribió en la red social X el economista Santiago Niño-Becerra. «A eso se une el hecho de que cada vez sea menos necesario comprar la paz social. ¿La evolución de todo esto? La renta básica, pero pienso que no como complemento sino como subsidio», añadió.
Gabriel González-Bueno, especialista en políticas de Infancia de UNICEF España, indicó que la inyección de ayudas sociales, recientemente aplicada, se verá reflejada en mejores resultados en un futuro, pero señala que estas subvenciones son insuficientes porque el problema es estructural, en parte, a causa del desempleo y la precariedad de algunos puestos de trabajo.
«No es casual que en España haya una baja natalidad. No hay ayudas específicas a la infancia y las ayudas del Estado en forma de rentas mínimas o ingreso mínimo vital, contemplan mal el apoyo específico a este colectivo, aportan unos ingresos minúsculos que llegan a muy poca gente que lo solicita o a sus beneficiarios potenciales», comentó por su parte el economista Daniel Albarracín.