Vuelve el lado masoquista de la Unión Europea: se autoflagela con el 12º paquete de sanciones a Rusia

Humo blanco para el 12º paquete de sanciones de la UE contra Rusia, que instantáneamente se convierte en humo tóxico para los afectados en los propios países occidentales, que en gran parte son los ciudadanos de a pie, salvo aquellos que compran diamantes, que tal como ha ocurrido con el gas, podrían encontrar vetas para seguir comprándolos.

Los diamantes son para siempre
Tras muchas semanas de negociaciones, el bloque comunitario, en yunta con el G7, ha dado luz verde al nuevo paquete de sanciones contra Rusia, cuya novedad son los diamantes, pero donde también hay un nuevo acento en los recursos energéticos. Todo, pese a las reticencias que ha planteado Bélgica.

Al respecto, el Dr. Sergio Fernández Riquelme, profesor de Universidad de Murcia, tira de ironía: «Dicen que un diamante es para siempre y la verdad es que se ha hecho de rogar. Dos años después que las mujeres ricas de Occidente dejen de disfrutar de los diamantes de Rusia».

En este sentido, el también historiador y escritor, advierte que «el petróleo se quitó en primer lugar, el gas y otros productos, que sobre todo afectaban a la gente humilde. Pero lo que le afectaba a la gente rica ha tardado en ser prohibido en la Unión Europea. Los diamantes, no sé bien hasta qué punto serán, o no, la principal fuente de financiación de Rusia, pero lo que está claro es que durante dos años la gente más rica de Occidente, que se posicionaba a favor de uno de los bandos en el conflicto, ha aprovechado para seguir trayendo diamantes del país más grande de la tierra, mientras que la gente más humilde lo ha pasado muy mal, con menos petróleo, con menos gas, y con los precios de las materias primas por todo lo alto. Pero, ‘ese diamante es para siempre’, y veremos lo que duran [las sanciones en su contra] porque la hipocresía de Occidente no tiene límites», remarca el analista.

Por otro lado, Bruselas también ha introducido normas para notificar la venta de petroleros a cualquier tercer país con el fin de hacer más transparente su venta y exportación, en particular en el caso de los buques que podrían utilizarse para evitar la prohibición de importar crudo o productos petrolíferos rusos y el G7 Price Cap.

Al respecto, Fernández Riquelme observa que «pueden intentar poner un policía en cada puerto, en cada Embajada, o en cada bolsa regional, aunque, como se ha visto en sus inicios, no ha funcionado. Y no creo que vaya a funcionar, porque cada vez hay más países que reclaman y defienden su soberanía y negocian directamente con quien quieran, y en este caso, con Rusia”, sentencia.

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