La Comisión Europea propone cambiar el estatus del animal de «estrictamente protegido», como figura en la actualidad, a «protegido».
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, respaldó la propuesta de reanudar la caza de lobos, reduciendo su estatus de protección en la región, informó el servicio de prensa del organismo.
«La concentración de manadas de lobos en algunas regiones europeas se ha convertido en un peligro real, especialmente para el ganado», señaló la alta funcionaria. «Estoy profundamente convencida de que podemos encontrar y encontraremos soluciones específicas para proteger tanto la biodiversidad como nuestros medios de vida rurales», agregó.
En este contexto, la Comisión Europea propone cambiar el estatus del lobo de «estrictamente protegido», como figura en la actualidad, a «protegido», según el Convenio sobre la Conservación de la Vida Silvestre y del Medio Natural de Europa, también conocido como el Convenio de Berna.
De acuerdo con la comisión, la sugerencia se produjo por causa del cambio de la situación del animal en su hábitat en comparación con el año 1979, cuando se llegó al acuerdo de protección vigente.
En este sentido, un nuevo estudio, publicado este mes por la Comisión Europea, muestra que «tras haber sido eliminados de la mayor parte de Europa durante los siglos XVIII y XIX, los lobos comenzaron a recuperarse en la década de 1970 y ahora están presentes en la mayoría de los Estados miembros de la UE». Así, con el retorno del animal carnívoro, «también viene el regreso de los conflictos con el ganado«, detalla el organismo.
En septiembre de 2022, un lobo mató al poni Dolly de Von der Leyen, tras ingresar a un terreno de la familia de la funcionaria y atacar al animal mientras pastaba, provocándole heridas de gravedad.
Por otro lado, ecologistas se han opuesto a la decisión de reanudar la caza de lobos. Bas Eickhout, un legislador neerlandés, citado por Financial Times, afirmó que el lobo se había convertido en un «símbolo político» y parte del continuo «ataque de los conservadores» a la agenda natural. «Todo el mundo siempre habla del caballo (de Von der Leyen) —eso, por supuesto, no ayudó—, pero hay presión política por parte del Parlamento», sostuvo.