El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, se ha abierto a que la Comisión Europea supervise la reforma del Poder Judicial, según ha anunciado la mañana de este viernes el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, en comparecencia ante los medios.
Se trata del titular más importante que ha dejado la esperada reunión entre ambos líderes políticos en el Congreso de los Diputados, que se ha saldado con otro acuerdo y un buen número de discrepancias en cuestiones importantes.
Según explicó el líder del Partido Popular (PP), propuso a Sánchez abordar conjuntamente la renovación de los miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), órgano de Gobierno de los jueces que tienen el mandato caducado desde hace cinco años. La razón del rezago es la falta de acuerdo de las dos principales formaciones del Congreso de los Diputados.
Núñez Feijóo ha planteado varios requisitos, todos ellos aceptados por el presidente del Gobierno: que los candidatos sean personas que no estén vinculadas a ningún partido ni hayan tenido relación con el Gobierno en los últimos años para garantizar su independencia; la tramitación simultánea de una ley orgánica que regule el Poder Judicial, según lleva años requiriendo la UE; y que sea la Comisión Europea la que supervise tanto renovación como tramitación legislativa.
La palabra «disminuido» sale de la Constitución
El segundo de los acuerdos alcanzados es el relativo a la eliminación del término «disminuido», considerado peyorativo, del artículo 49 de la Constitución Española.
El líder popular ha señalado que mantendrán el texto consensuado hace tiempo por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el PP, y lo presentarán al Congreso antes del 31 de diciembre.
Además, Núñez Feijóo informó que ha logrado el compromiso del presidente de que solo se aceptarán las enmiendas al texto de otros partidos si populares y socialistas están de acuerdo, así como de no realizar ningún referéndum para esta modificación constitucional.
Sin acuerdo
El gran asunto que quedó sin acuerdo fue la reforma de la financiación de las Comunidades Autónomas, un sistema que se ha quedado desfasado y que hace años está sobre la mesa.
El PP exige que se enmarque en un diálogo multilateral y que no se tomen decisiones en mesas bilaterales, en clara alusión a Cataluña, después de que el PSOE de Sánchez haya pactado con los partidos catalanes la condonación de un 20 % de la deuda de este territorio.
Aquí no se ha conseguido el compromiso de Sánchez, si bien en las últimas jornadas aseveró en varias ocasiones que la condonación de deuda alcanzará al resto de territorios que lo soliciten, y que estaba abierto al multilateralismo para abordar la reforma de la financiación regional.
Otras cuestiones tratadas en las que no hubo sintonía fue la bajada de impuestos, la negativa del Gobierno de España a intervenir en el Mar Rojo en las condiciones solicitadas por EE.UU., o la entrada estatal en el accionariado de Telefónica.
De hecho, al comienzo de su comparecencia, Núñez Feijóo dejó claro su balance del encuentro, asegurando que había conseguido «poco» de Sánchez. «No he visto voluntad de rectificación en casi nada ni margen de maniobra», dijo.
Una reunión esperada
La reunión de este viernes tardó alrededor de 10 días en gestarse, después de que Sánchez invitara a un encuentro al presidente del PP, con la finalidad de tratar tres temas de Estado: la renovación del Consejo General del Poder Judicial, la reforma de la financiación regional y la eliminación del término «disminuido» de la Constitución Española.
Durante diez días el líder popular evitó concretar el encuentro, alegando que más importante que las fechas era la elección de la agenda. Así, finalmente, tras proponer 10 nuevos asuntos, el pasado miércoles aceptó la reunión durante un Pleno en el Congreso de los Diputados.