Lentitud ucraniana y fortaleza rusa: razones por las que Kiev fracasó en su contraofensiva

A seis meses de que Ucrania comenzara su fallida contraofensiva contra las fuerzas rusas, las tropas de Kiev simplemente no logran avanzar terreno ante unos líderes occidentales cada vez más escépticos sobre una posible victoria de Zelenski en el conflicto.

De acuerdo con un análisis de Reuters, el fracaso en la contraofensiva se explica en gran medida porque la línea defensiva rusa, considerada la mayor y más fortificada de Europa desde la Segunda Guerra Mundial, ha resistido impidiendo su avance.

La agencia de noticias británica destaca que existen varias razones por las que, al final, se estancó la contraofensiva ucraniana, provocando que el Ejercito de ese país llegara al invierno sin logros en su intento de vencer a los soldados rusos.

La contraofensiva tenía como principal objetivo controlar la región de Zaporozhie, cuya batalla fue considerada una de las más relevantes de 2023; sin embargo, Kiev no lo logró del todo, pues Rusia se lo impidió y actualmente tiene incluso el control de la central nuclear del mismo nombre, indica el medio.

Según Reuters, uno de los mayores errores de Ucrania fue tardar demasiado tiempo en iniciar su contraofensiva de verano, situación que permitió a Moscú preparar una solida estrategia de defensa que mantuvo a raya a las fuerzas ucranianas, pues el Ejército ruso tuvo la oportunidad de cavar trincheras y colocar minas en zonas estratégicas del frente.

Otro factor que afectó fue la importante densidad de fortificaciones que logró alzar Rusia, cuya línea defensiva consistía en capas y capas de barreras estáticas diseñadas para impedir el paso de los tanques, en su mayoría de fabricación occidental.

La estrategia defensiva rusa, considerada como polifacética, incluía además redes de trincheras y túneles, baterías, tanques y puestos de mando estratégicamente camuflado. Esa barrera casi impenetrable contaba además con el respaldo de un bombardeo constante de artillería rusa, señala Reuters.

Finalmente, la densa capa de minas antipersona y anti vehículos instalada por Moscú permitió detener el avance de las fuerzas ucranianas y, además, con la ayuda de drones, develar las posiciones enemigas e información sobre las misma para así lanzar ataques dirigidos para destruir los tanques y vehículos avanzados con los que Kiev buscaba limpiar la zona de las minas.

Así, reconoce Reuters, los objetivos de Ucrania no se han materializado mientras Kiev batalla para conseguir municiones y más apoyo internacional, pues el que recibía de Estados Unidos se ha visto pausado en los últimos meses.

Además, Ucrania ha registrado importantes pérdidas humanas en el campo de batalla. A principios de octubre, el presidente ruso, Vladímir Putin, declaró que las Fuerzas Armadas de Ucrania registraron más de 90.000 pérdidas desde junio pasado, entre fallecidos y heridos.

Y también en equipo militar: en total, desde el comienzo de la operación especial fueron destruidos 553 aviones militares ucranianos, 260 helicópteros, 9.928 drones, 442 sistemas de misiles antiaéreos, 14.226 tanques y otros vehículos blindados de combate. Igualmente, según el Ministerio de Defensa ruso, fueron eliminados 1.188 vehículos de sistemas de lanzacohetes múltiples, 7.430 cañones de artillería de campaña y morteros, así como 16.547 vehículos militares especiales.

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