«Esto debe terminar. La ayuda alimentaria y de otro tipo debe llegar en cantidades mucho mayores», urgió la organización.
La inseguridad alimentaria en la Franja de Gaza llegó a niveles catastróficos sin precedentes, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS). Un 93 % de la población está enfrentando niveles críticos de hambre y desnutrición en un panorama sombrío de la desesperación y el sufrimiento, mientras las fuerzas israelíes continúan con los ataques contra el enclave palestino.
Un 34 % de los gazatíes está en crisis, un 42 % se encuentra en situación de emergencia alimentaria, mientras que un 17 % está viviendo una catástrofe por hambre, según el último informe de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF).
Al menos uno de cada cuatro hogares experimentan una extrema escasez de alimentos e inanición y recurren a medidas drásticas, como vender sus pertenencias, para poder costear una simple comida. «El hambre, la indigencia y la muerte son evidentes», denunció la OMS en el comunicado de este jueves.
El personal de la organización evidenció en carne propia cómo cada una de las personas con las que han hablado durante sus recientes misiones al norte de Gaza pasan hambre. Dondequiera que fueran, incluidos los hospitales y las salas de emergencia, los residentes locales les pedían comida.
«Nos movemos por Gaza entregando suministros médicos y la gente corre hacia nuestros camiones esperando que sea comida», declararon, llamándolo «un indicador de la desesperación».
Auge de las enfermedades infecciosas
Además de la aguda inseguridad alimentaria que vive la Franja de Gaza, la situación se ve agravada por el vertiginoso aumento de enfermedades infecciosas. Desde mediados de octubre, se registraron más de 100.000 casos de diarrea —la mitad de ellos en niños menores de cinco años—, lo que supera en 25 veces los índices reportados antes de la agudización del conflicto.
También se detectaron más de 150.000 casos de infecciones respiratorias superiores, meningitis, erupciones cutáneas, sarna, piojos, varicela y sospechas de hepatitis. «La combinación letal de hambre y enfermedades provocará más muertes en Gaza», aseveró la OMS.
Una ducha por 4.500 personas
Las pésimas condiciones en las que se ven obligados a vivir los gazatíes, a menudo en refugios sobrepoblados, la escasez de agua limpia, agua potable y artículos de higiene básicos contribuyen al agravamiento de la situación sanitaria. A quienes se enfrentan a la combinación mortal de hambre y enfermedades apenas les quedan opciones.
Ahora en Gaza solo hay, en promedio, una ducha por cada 4.500 personas y un retrete por cada 220. «La población de Gaza, que ya ha sufrido bastante, se enfrenta ahora a la muerte por inanición y a enfermedades que podrían tratarse fácilmente con un sistema sanitario que funcione», subraya la OMS.
«Esto debe terminar. La ayuda alimentaria y de otro tipo debe llegar en cantidades mucho mayores. La OMS reitera su llamamiento a un alto el fuego humanitario inmediato», reiteró.