El fiscal general del Tribunal Federal de Alemania pretende confiscar activos por un total de 720 millones de euros pertenecientes al Depositario Nacional de Liquidaciones (NSD), filial de la Bolsa de Moscú. Así, los activos, valores y efectivo de clientes rusos, por dicho importe, están bloqueadas en una filial alemana del banco JP Morgan.
La Fiscalía ya envió una solicitud al más alto tribunal estatal de Fráncfort del Meno para que inicie un procedimiento de confiscación de los fondos rusos congelados, informó el diario Der Spiegel. Si tiene éxito, la totalidad del importe irá a parar al presupuesto alemán, precisa.
En su comunicado de prensa, la Fiscalía señala que en junio de 2022 se impusieron sanciones contra NSD, prohibiendo la venta de todos sus activos aparcados en bancos europeos. El día en que se anunciaron las sanciones, los empleados de NSD supuestamente intentaron transferir 720 millones de euros desde JP Morgan a una cuenta en Commerzbank perteneciente a otra filial de la Bolsa de Moscú.
Esta transacción no se ejecutó. Pero, según la Fiscalía, en Alemania es posible la confiscación del dinero como medio delictivo porque la orden de transferirlo al Commerzbank es presuntamente un intento de eludir sanciones. Como no hay esperanza de detener a los «delincuentes», los fondos pueden ser confiscados en favor del Estado.
Por su parte, Rusia responderá a la posible utilización de los ingresos procedentes de sus activos congelados en la UE, declaró el ministro de Finanzas, Antón Siluánov, en una entrevista a la cadena Rossiya 24.
«Si se toma tal decisión, se producirá una respuesta absolutamente simétrica por parte de Rusia», destacó el titular del Ministerio.
Señaló que Rusia tiene «suficientes activos» en las cuentas. Entre ellos están los pasivos por dividendos con «contrapartes de países hostiles».
La Comisión Europea aprobó la semana pasada una propuesta para canalizar los ingresos procedentes de los activos congelados del Banco de Rusia hacia los programas de reconstrucción de Ucrania.