La conducta de los rebeldes «amenaza el movimiento de alimentos, combustible, asistencia humanitaria y otros productos básicos hacia destinos y poblaciones de todo el mundo», recalca un comunicado conjunto.
Los ataques de los rebeldes hutíes de Ansar Allah en el mar Rojo amenazan el comercio y la seguridad internacionales y deben detenerse, exigieron este martes EE.UU., la OTAN, la Unión Europea, Australia, las Bahamas, Japón, Liberia, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Singapur y Yemen en un comunicado conjunto.
«Los numerosos ataques procedentes de territorios controlados por los hutíes en Yemen, incluidos los del 3 de diciembre contra tres buques comerciales en el sur del mar Rojo (…), amenazan el comercio internacional y la seguridad marítima. La captura del Galaxy Leader por parte de los hutíes el 19 de noviembre y la detención de su tripulación internacional, de 25 miembros, que siguen detenidos injustamente, es atroz», afirma el comunicado.
Asimismo, los firmantes recalcaron que tal conducta «amenaza el movimiento de alimentos, combustible, asistencia humanitaria y otros productos básicos hacia destinos y poblaciones de todo el mundo«.
En ese contexto, los países mencionados llamaron a los hutíes a «liberar inmediatamente a la tripulación y el barco Galaxy Leader y cesar los ataques contra buques comerciales en las vías acuáticas vitales de la región». Además, instaron «a todos los Estados a que se abstengan de facilitar o alentar a los hutíes».
De otra parte, EE.UU. anunció el lunes una operación multinacional «para afrontar conjuntamente los retos de seguridad en el sur del mar Rojo y el golfo de Adén, con el objetivo de garantizar la libertad de navegación de todos los países y reforzar la seguridad y la prosperidad regionales».
Por su parte, la India estacionó dos destructores de misiles guiados, el INS Kolkata y el INS Kochi, frente a la costa de Adén, para reforzar la seguridad marítima en el norte del mar Arábigo, informó el martes Hindustan Times.
Al mismo tiempo, el movimiento de los rebeldes hutíes declaró este lunes que solo están amenazados los barcos que pertenecen a Israel o se dirigen a sus puertos, como respuesta a la «brutal agresión y el asedio a la Franja de Gaza» por parte del país hebreo.