Vietnam desempeña un papel enorme en la rivalidad entre Estados Unidos y China

Tanto Estados Unidos como China tienen una historia compleja con Vietnam que influye en las relaciones con el país del este de Asia hasta el día de hoy.

Durante dos décadas durante la segunda mitad del siglo XX, un conflicto por poderes entre las principales potencias aseguró que Vietnam permaneciera en el centro de la imaginación mundial. Ahora una nueva rivalidad está asegurando la continua importancia del país del este asiático, aunque esta vez la lucha es en el ámbito económico.

Tanto Estados Unidos como China han realizado importantes propuestas diplomáticas hacia el país en los últimos meses. En septiembre, el presidente Joe Biden elevó la relación de Estados Unidos con Vietnam al estatus de “asociación estratégica”, continuando los intentos de las administraciones demócratas de fortalecer los vínculos con Hanoi desde la anterior El presidente Bill Clinton normalizó las relaciones en la década de 1990.

La semana pasada, el presidente chino Xi Jinping hizo su propio esfuerzo para mejorar la relación de su nación con el país durante una visita en la que se reunió con líderes del gobernante Partido Comunista de Vietnam.

Una amistad vietnamita con China puede parecer obvia dadas las simpatías ideológicas compartidas por los dos países, especialmente después de que la participación de Estados Unidos en la guerra de Vietnam contribuyó a la muerte de unos tres millones de personas. Pero China también tiene una historia difícil: Hanoi se remonta a la época de las dinastías imperiales chinas, que a menudo buscaban el control en el este de Asia.

Los dos países estuvieron involucrados en un breve enfrentamiento militar en 1979. Vietnam estuvo más estrechamente alineado con la Unión Soviética durante ese período, mientras que la política exterior de China a menudo los vio tomar el mismo lado que Estados Unidos en varios conflictos. Una reciente declaración de China después de la muerte del ex Secretario de Estado estadounidense Henry Kissinger lo llamó un “viejo y buen amigo”, demostrando la afinidad compartida entre los países.

El mundo ha cambiado dramáticamente en los más de 40 años transcurridos desde entonces, y ahora China y Estados Unidos buscan una mayor asociación con Vietnam para mejorar su posición económica global. Estados Unidos corteja al país como parte de su “giro hacia Asia” más amplio desde la administración Obama, con la esperanza de ayudar a contener a China.

Para China, Vietnam es un intermediario económico que les ayuda a involucrarse en la economía mundial. Las sanciones y aranceles estadounidenses han complicado ese esfuerzo en los últimos años. Al terminar sus productos en Vietnam, las empresas chinas pueden vender en el mercado global y evitar la designación «hecho en China».

Por ahora, Hanoi parece estar disfrutando de su condición de hacedor de reyes, manteniendo relaciones tanto con China como con Estados Unidos que favorecen el desarrollo del país. Queda por ver a largo plazo si las simpatías ideológicas o el puro cálculo económico desempeñarán el papel principal en la determinación de la política exterior de Vietnam.

Si Hanoi finalmente se ve obligada a elegir entre un país u otro, el creciente poder económico de China puede hacer que la decisión sea obvia.

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