Durante su gestión, el presidente de Chile, Gabriel Boric, no volverá a buscar cambiar la constitución vigente, promulgada en 1980 durante la dictadura de Augusto Pinochet, luego de que dos proyectos descarrilaran en sendos plebiscitos, anunció el mandatario al cierre de la jornada democrática, en que triunfó el rechazo.
Así, el mandatario anunció el cierre de un ciclo político iniciado con el estallido social de 2019, que condujo a la posibilidad de desbancar la carta magna pinochetista y con el que, mediante movilizaciones masivas y la participación de distintos sectores de la sociedad chilena, se cuestionó a la dictadura, el neoliberalismo que se implementó mediante el terror y las armas, y a la clase política, con un país entonces gobernado por el empresario multimillonario Sebastián Piñera.
«Nuestro país seguirá con la constitución vigente porque luego de dos propuestas constitucionales plebiscitadas ninguna logró representar y unir a Chile en su hermosa diversidad», apuntó el mandatario en un mensaje a la nación tras la jornada electoral.
«El país se polarizó, se dividió, y, al margen de este contundente resultado, el proceso constitucional no logró canalizar las esperanzas de tener una nueva constitución redactada para todos», agregó.
Este domingo 17 de diciembre, más de 12,9 millones de chilenos concurrieron a las urnas para decidir si aprobaban o rechazaban una segunda propuesta de constitución, luego de que se hiciera lo mismo con un texto progresista plebiscitado en 2022, cuando también ganó el rechazo.
El Servicio Electoral (Servel) del país sudamericano registró que el 55,76% de los votantes optó por rechazar el texto constitucional, frente a un 44,24% que lo aprobó.
«La política ha quedado en deuda con el pueblo de Chile y esta deuda se paga logrando las soluciones que los chilenos y chilenas necesitan y nos exigen que alcancemos», aseveró el mandatario.
Además, Boric llamó a la concordia nacional y a la construcción profunda de acuerdos mediante la búsqueda de soluciones colegiadas para los problemas apremiantes del país. Para ello, estimó fundamental abandonar posturas parciales que evitan ceder ante la posición del otro.
«Si quien ostenta la mayoría circunstancial se refugia en su trinchera e intenta negar la existencia del otro, jamás lograremos construir acuerdos para avanzar en materias que no pueden seguir esperando», sostuvo.
Además, consideró que dos rechazos consecutivos provocaron en la sociedad chilena preocupación y hasta hastío, mientras que, en referencia al nuevo proyecto constitucional, consideró que las legítimas diferencias de las partes no siempre se expresaron de manera constructiva, además de que no se buscaron consensos dentro del texto.
«Para hacer las cosas bien debemos respetarnos y volver a encontrarnos como chilenas y chilenos. Ni celebración ni arrogancia, pelota al piso, humildad y trabajo», apuntó.
Tras anunciar lo anterior, dijo que enfocará su Administración en buscar un pacto fiscal que cobre más a quienes más tienen, contener el secreto bancario porque se usa para evadir impuestos y obligaciones, así como reforzar el combate al crimen y el narcotráfico, y fortalecer la búsqueda de paridad de género.