«Por un lado, tratamos de hacer a otros países oponerse a lo que Rusia hace en Ucrania, mientras por otro tratamos de tener su apoyo en lo que Israel hace en Gaza», explicó el exrepresentante de Washington ante la OTAN, Ivo Daalder.
El apoyo incondicional, proporcionado por EE.UU. a Israel, puede imponer un precio a la política exterior de la administración del presidente estadounidense Joe Biden, afirmaron funcionarios y expertos occidentales, citados por The Washington Post este sábado.
«Un costo diplomático puede ser una cosa intangible», dijo un funcionario de la Casa Blanca que habló bajo condición de anonimato. Pese a los esfuerzos de Washington dirigidos a hacer que otros países apoyen a EE.UU., «la opinión pública en muchos países es hostil», lo que «dificulta ganar apoyo sobre problemas que nos importan», aseveró.
En este contexto, la administración Biden adoptó la postura de que Israel tiene que responder a los ataques del movimiento palestino Hamás «en virtud de las reglas de la guerra, permitiendo entrar la ayuda humanitaria y haciendo lo máximo posible para limitar bajas civiles», subrayó el funcionario. No obstante, a la luz de los ataques aéreos y terrestres indiscriminados de Tel Aviv, EE.UU. recibió «quejas y críticas, no solo de los aliados, sino de todo el mundo». «No solo a escala internacional, sino también en el interior», aseveró.
Por su parte, el presidente del Consejo de Asuntos Globales de Chicago y exrepresentante de EE.UU. ante la OTAN, Ivo Daalder, destacó que no es la primera vez que Washington no es respaldado por la mayoría de países, especialmente en lo que se refiere a Israel. Añadió que EE.UU. busca alejar al Sur Global de Rusia y China, calificando la operación militar de Moscú en Ucrania como una guerra de agresión colonial, pero muchos perciben al conflicto entre Israel y Hamás de esta forma.
«Por un lado, tratamos de hacer a otros países oponerse a lo que Rusia hace en Ucrania, mientras por otro tratamos de tener su apoyo para lo que Israel hace en Gaza», explicó, constatando que todo el mundo percibe la Franja como «territorio ocupado». En conjunto, estos factores «dificultan mantener el argumento».
Este lunes, Biden declaró que EE.UU. seguirá suministrando armas a Israel hasta que se deshaga por completo de Hamás. «La opinión del mundo podría cambiar de la noche a la mañana. No podemos dejar que eso ocurra», proclamó el líder estadounidense.