El asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, reiteró la indicación de extender la agresión en la Franja de Gaza solo unas semanas más, no meses, y con menor intensidad, además de buscar una solución negociada en la frontera con Líbano.
El asesor de Seguridad Nacional del presidente de Estados Unidos, Jake Sullivan, abandonó este viernes la Palestina ocupada, tras su intervención en el Gabinete de guerra del régimen sionista.
Por su parte, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, llegará el próximo lunes para reemplazar a Sullivan en el monitoreo de la Casa Blanca a las acciones bélicas de «Israel» en la Franja de Gaza, Cisjordania y demás territorios usurpados.
Sullivan se reunió con altos funcionarios israelíes y palestinos, con quienes discutió la necesidad de pasar a la siguiente fase de la guerra en Gaza, de menor intensidad, lo cual debe ocurrir en el marco de unas semanas.
Ese es el techo de la posición estadounidense que el funcionario imperial anunció durante su reunión con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
El portal estadounidense Axios citó a funcionarios de su país e israelíes para asegurar que Sullivan reiteró a los miembros del gabinete que la intensidad de los combates debe reducirse en el transcurso de semanas, no de meses.
Esta visita contrasta con el cambio de posición oficial del presidente Joe Biden, quien en su discurso público criticó las masacres sionistas, pero esa postura no se acompañó aún de un paso práctico, ni a nivel del trato con el gobierno israelí ni en la política estadounidense.
Informes de Estados Unidos confirmaron que el Pentágono continúa sus gestiones para acelerar las exportaciones de armas a «Israel» a través del llamado Equipo de los Tigres, expertos en facilitar las transferencias, según registros de adquisiciones revisados por el diario The Intercept.
Mientras, la frontera libanesa-palestina fue escenario de una escalada notable este viernes, con proyectiles de Hizbullah dirigidos de forma simultánea a las bases israelíes lo largo de la línea divisoria, y el anuncio de una gran cantidad de cohetes dirigidos a la colonia Kiryat Shmona.
Según revelaron medios israelíes, durante su participación en la reunión del Gabinete de Guerra israelí, Sullivan planteó preocupaciones en cuanto al frente norte contra la Resistencia libanesa.
El funcionario insistió en que era consciente de la imposibilidad de regresar a la situación del 6 de octubre, previo al inicio de la epopeya Diluvio de Al Aqsa, pero era interés de su Gobierno la búsqueda de una solución política para el frente norte, y evitar una confrontación más violenta.