Los sondeos muestran que Zelenski está perdiendo popularidad entre la población ucraniana, mientras que las autoridades occidentales debaten si sustituir al líder ucraniano. Sputnik habló con expertos para averiguar cómo el autoritarismo y una visión poco realista del campo de batalla pueden llevar al fin de la presidencia de Zelenski.
Tras el fracaso de la contraofensiva ucraniana y un infructuoso viaje a EEUU, el presidente ucraniano lucha por mantenerse en el poder. El 11 de noviembre, el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) informó de que las autoridades occidentales ya están discutiendo un posible sustituto para el líder de Ucrania.
De acuerdo con la inteligencia rusa, entre los nombres propuestos por las autoridades occidentales figuran el jefe de las FFAA ucranianas, Valeri Zaluzhni, el jefe de la Dirección Principal de Inteligencia del país, Kiril Budanov, y el jefe de la oficina del presidente de Ucrania, Andréi Yermak.
Pero no solo el apoyo occidental a Zelenski está en franco declive. La población ucraniana también está expresando una pérdida de confianza en la autoridad de su presidente. Un reciente sondeo de The Economist señala que el mandatario de Ucrania, celebrado en Occidente como el unificador de la Nación ucraniana frente al esfuerzo bélico, solo cuenta con un 32% de apoyo popular. Otras figuras prominentes disfrutan de una amplia ventaja sobre él. En concreto, Zaluzhni goza de un 70% de confianza, mientras que Budanov tiene un 45%.
Sin embargo, la desventaja en las encuestas puede no representar una amenaza inminente para Zelenski, que se opone a la celebración de elecciones presidenciales, previstas para marzo de 2024. Según el presidente ucraniano, el país no debería celebrar elecciones mientras se encuentre bajo la ley marcial. «No creo que sea apropiado celebrar elecciones en este momento», declaró al respeto a principios de noviembre de 2024 en un anuncio a la población.
Para la doctora en Relaciones Internacionales del Programa de Postgrado San Tiago Dantas, Nathana Garcez Portugal, varios miembro de las clase política ucraniana sospechan que los motivos de Zelenski para aplazar las elecciones son otros. «Los líderes ucranianos ya se dan cuenta de que Zelenski puede estar interesado en mantener su propio poder y posición en la política ucraniana», declaró a Sputnik.
Por su parte, el máster en Relaciones Internacionales de la Universidad Estatal de Sao Paulo (UNESP), Giovana Branco, cuestiona la imposibilidad de celebrar elecciones en tiempos de guerra, recurriendo a ejemplos históricos.
«A pesar del argumento de que las elecciones en tiempos de guerra son difíciles, tenemos ejemplos de gobiernos que han celebrado elecciones con seguridad en estas condiciones. (…) No sería necesariamente algo imposible de realizar (…), pero Zelenski no parece abierto a esa posibilidad», indicó.
Las elecciones que han marcado la historia de Occidente, como la derrota del primer ministro británico Winston Churchill en el Reino Unido ante el Partido Laborista en 1945, se han celebrado durante conflictos militares a gran escala. EEUU, aliado de Zelenski, reeligió a Abraham Lincoln en 1864, en medio de la grave Guerra Civil estadounidense.
La oposición de Zelenski a la celebración de nuevas elecciones es una de las razones por las que su liderazgo es cada vez más criticado en su país. A principios de diciembre, el alcalde de Kiev, Vitali Klichkó, acusó al presidente de su país de autoritarismo durante una entrevista concedida al diario alemán Der Spiegel.
«Hay descontento entre la población y las figuras políticas por las prácticas centralizadoras y autoritarias. (…) Pero es importante subrayar que estas prácticas existían antes de que empezara el conflicto», afirmó.
De hecho, las medidas impuestas por Zelenski de forma autocrática, como el cierre de los tres principales canales de televisión del país, se remontan a 2021, antes de la escalada del conflicto con Rusia. En su momento, la medida fue criticada por el entonces portavoz de la Unión Europea, Josep Borrell, que la calificó de restricción de la libertad de prensa en el país.
La decisión adoptada en marzo de 2022 de prohibir 11 partidos políticos, entre ellos el principal partido de la oposición ucraniana, Plataforma de Oposición Por la Vida, tampoco era inédita en la historia reciente de Ucrania. En 2015, se prohibieron todos los partidos de izquierda que utilizaban símbolos asociados al comunismo o a la Unión Soviética.
«Antes, las medidas autoritarias se centraban en algunos grupos políticos minoritarios de izquierda y en otras minorías de regiones cercanas a la frontera con Rusia, que ahora están en el centro de la guerra», señaló Portugal
«Pero el presidente [Zelenski] acabó ampliando estas prácticas (…) para alcanzar a otros grupos de la sociedad ucraniana», denunció.
Fractura en las élites
El declive de la autoridad interna de Zelenski es también el resultado de una fractura entre las élites dirigentes del país. La reciente entrevista concedida a la revista The Economist por Zaluzhni, puso de manifiesto las diferentes opiniones existentes en las altas esferas ucranianas sobre el conflicto con Rusia.
«La entrevista muestra un cansancio en el seno del Gobierno ucraniano y, en cierto modo, una fractura de esta élite dirigente que, tras 21 meses de guerra, entiende que hay otros caminos que seguir que el propuesto por el presidente Zelenski», afirmó Branco. Al mismo tiempo, para Portugal, «lo que estamos viendo hoy es la última etapa de un proceso de desgaste entre el ala presidencial y las élites ucranianas».
«Esta entrevista es una maniobra para sacar a la luz estas diferencias internas, que acaban siendo consecuencia directa del desgaste que está sufriendo la población en general con una guerra tan larga y con tantas pérdidas políticas, materiales y humanas», destacó.
El relato pesimista de Zaluzhni sobre la realidad en el frente contrasta con la estrategia de comunicación de Zelenski, que expresa una visión optimista del curso del conflicto. Según The Financial Times, la disparidad entre la visión de «gafas de color de rosa» del presidente ucraniano y las dificultades en el campo de batalla están contribuyendo a deteriorar la confianza de la opinión pública en el presidente ucraniano.
¿Zelenski no sabe negociar?
Las graves dificultades a las que se enfrenta Ucrania en el frente han llevado a muchos ucranianos y occidentales a plantearse la necesidad de negociar con Rusia. Sin embargo, la figura de Zelenski, directamente asociada a una Ucrania reacia al diálogo, podría ser incompatible con el inicio del proceso de paz.
«Zelenski ha adoptado una postura intransigente respecto a las negociaciones con Rusia. Pero a medida que este conflicto empiece a tener horizontes temporales más largos, a medida que Ucrania pierda su apoyo militar y financiero […], el momento de las negociaciones se acercará cada vez más», afirmó Branco.
Para ella, el proceso de negociación presupone concesiones por ambas partes, algo a lo que Zelenski no está dispuesto. «No es posible una victoria total para ninguna de las partes. Si Zelenski no entiende esto, no se da cuenta de que Ucrania está en clara desventaja […] la sustitución de este liderazgo podría ser de hecho una agenda importante», opina la experta.
«En mi opinión, lo ideal para Ucrania sería negociar cuanto antes, para evitar mayores pérdidas en el futuro», destacó. Posponer las negociaciones ya ha demostrado ser desventajoso para Ucrania.
Según la revista Foreign Affairs, Moscú y Kiev estuvieron a un paso de firmar un acuerdo global en abril de 2022. La intervención de autoridades occidentales, como el entonces primer ministro británico Boris Johnson, interrumpió las negociaciones.
Nathana Portugal señala que la sustitución de Zelenski no garantizaría por sí misma el inicio del proceso de paz. «Aunque Zelenski es actualmente un obstáculo para el proceso de paz, podría cambiar de postura a medida que disminuya el apoyo occidental al conflicto […]. Y si no cambia […] abrirá brechas para que las fuerzas políticas más comprometidas con el proceso de paz se hagan oír», concluyó.