Janet Yellen ha listado las tres prioridades principales para la relación económica entre EE.UU. y China el año que viene.
La secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, anunció este jueves que planea realizar su segunda visita a China en 2024, buscando profundizar áreas de cooperación y mejorar la comunicación. Al mismo tiempo Yellen prometió seguir presionando a Pekín por preocupaciones de seguridad nacional y derechos humanos.
«Una parte importante de la agenda se centrará en discutir áreas difíciles que nos preocupan con mi homólogo», señaló la funcionaria durante un discurso en la cena del 50 aniversario del Consejo Empresarial Estados Unidos-China en Washington.
Asimismo, Yellen anunció las «tres prioridades principales para la relación económica entre EE.UU. y China en 2024″ que incluyen gestionar los vínculos con Pekín de modo responsable, ejercer presión sobre las autoridades del país asiático para que aclararen sus políticas económicas y acelerar la cooperación en las esferas donde los dos países y «muchos otros se beneficiarían de [su] colaboración y liderazgo conjunto».
La secretaria del Tesoro precisó que Washington continuará aplicando controles a las exportaciones y restricciones a las inversiones contra Pekín, pero también enfatizó que es crucial interactuar con China de manera que puedan prevenir una amplia gama de posibles crisis.
«No buscamos resolver todos nuestros desacuerdos ni evitar todos los ‘shocks'», señaló. «Pero nuestro objetivo es hacer que nuestra comunicación sea resiliente para que, cuando no estemos de acuerdo, cuando se produzcan ‘shocks’, impidamos que los malentendidos conduzcan a una escalada y causen daños», agregó.
Yellen también enfatizó la importancia de utilizar sus intercambios con China para recopilar información sobre el gigante asiático. Además, pretende aumentar los intercambios entre los reguladores financieros de Estados Unidos y China.
Previamente, Yellen visitó China el pasado julio y criticó las políticas económicas implementadas por el país asiático, si bien aseguró que Washington busca una «competencia económica sana» con Pekín.