Los científicos de la Universidad Politécnica de Tomsk elaboraron la tecnología para producir gasolina de automóviles basada en condensados de gas. Según los especialistas, dicho combustible responde a todos los estándares actuales y no es de una calidad inferior a la gasolina ofrecida en gasolineras.
Han explicado que, antes de usarse en la vida cotidiana, el gas natural se somete a procesamiento. Terminada esta etapa, se obtiene el gas que se comercializa y distintos productos derivados. Por ejemplo, los condensados de gas estables, o sea, hidrocarburos ligeros y, bajo ciertas condiciones, líquidos. Los resultados de la investigación están publicados en la revista ChemEngineering.
«Nuestro país es el líder en reservas y extracción de gas natural, lo que garantiza una gran cantidad de subproductos. Al mismo tiempo, los condensados de gas estables no se usan racionalmente en la actualidad. En el mejor de los casos, se añaden al petróleo, en el peor, se queman. Nuestra invención posibilitará aprovechar toneladas de subproductos con miras a producir una mercancía de alto valor añadido», comenta la profesora asociada del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad Politécnica de Tomsk, María Kirguina.
La profesora agrega que la tecnología es universalmente aplicable a condensados de gas estable de diversa composición, por lo tanto, es relevante para todos los países productores de gas natural.
Los investigadores de la Universidad Politécnica de Tomsk lograron producir componentes de gasolinas para coches tras procesar condensados de gas en un catalizador de zeolita. Se tomó en cuenta el efecto que tuvo el tamaño de partículas del catalizador, los parámetros tecnológicos del proceso y la composición de materia prima. Además, se desarrollaron las fórmulas de mezcla de gasolinas.
«Como un equivalente posible del uso racional de condensados de gas estables, probablemente podamos examinar su aplicación como materia prima en petroquímica. Sin embargo, es poco probable en Rusia. Los yacimientos suelen ubicarse en territorios remotos y no hay posibilidades de transportar dichas materias primas a una planta petroquímica», explica el coautor de la invención, asistente del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad Politécnica, Iliá Bogdánov.
Otro investigador, el ingeniero de la Escuela de Investigación de Tecnologías Químicas y Biomédicas de la misma universidad, Andréi Altínov, específica que, desde el principio, la tecnología se destinaba a aplicarse a pocas toneladas de sustancia, permitiendo producir gasolina justamente en el yacimiento y usarla para satisfacer las necesidades propias, así como distribuirla por las localidades más cercanas.
El científico añade que la particularidad crucial de la tecnología es el empleo de catalizadores rusos, lo que hace la innovación independiente de importaciones.
Los especialistas de la Universidad Politécnica de Tomsk destacan que, hoy en día, el proyecto está completamente implementado en el laboratorio. Luego, el equipo científico busca desarrollar el modelo piloto y, por fin, diseñar una tecnología a gran escala.
La investigación está secundada con una subvención de la Fundación Científica Rusa.