La oposición calificó la intención del canciller alemán de un «engaño en política financiera».
En caso de que empeore la situación en el frente para el régimen de Kiev durante el conflicto ucraniano, Alemania podría recurrir a una medida financiera que se aplica en caso de «emergencia imprevista», según dijo este miércoles el canciller alemán, Olaf Scholz, durante su intervención en el Bundestag.
En medio de que el gobierno de Scholz recientemente alcanzó un acuerdo sobre su presupuesto para el 2024, tras semanas de tensas negociaciones, el canciller prometió que «defenderá un apoyo sostenible y fiable a Ucrania». Así, Berlín pretende destinar 8.000 millones de euros (unos 8.709 millones de dólares) para suministros de armas y ayuda financiera, así como unos 6.000 millones de euros (unos 6.532 millones de dólares) para apoyo a los refugiados ucranianos en Alemania.
Al mismo tiempo, según sus palabras, si se deteriora la situación en el frente debido a la reducción de la ayuda a Ucrania por parte de sus aliados o «porque la amenaza para Alemania y Europa aumenta aún más», el Gobierno federal «tendrá que reaccionar ante ello». «Nadie sabe actualmente si esto ocurrirá. Para considerar esta posibilidad, ya hemos decidido proponer una resolución de anulación en el Bundestag», dijo, refiriéndose a la ley conocida como «freno de deuda», que limita el déficit presupuestario nacional y restringe la emisión de nuevos bonos del Estado. Al mismo tiempo, según una cláusula especial, se pueden eludir estas restricciones en caso de «emergencia imprevista».
Mientras tanto, algunos diputados ya han criticado las palabras del canciller. Así, el líder de la oposición democristiana, Friedrich Merz, subrayó que aunque, según la ley, el «freno de deuda» puede aplicarse solo en caso de «emergencia imprevista», en relación con Ucrania se trata de una «emergencia prevista». Previamente, Menz ya denunció que el plan de Sholz, presentado como «un procedimiento ordenado, resultó ser una crisis gubernamental tangible», calificando la intención del Gobierno federal de un «engaño en política financiera».
Por su parte, el presidente del partido Unión Social Cristiana de Baviera (CSU), Alexander Dobrindt, también criticó la política del líder alemán. «Ustedes no son la solución al problema presupuestario, son el caos presupuestario», manifestó, dirigiéndose al canciller, subrayando que la coalición ‘semáforo’ de Scholz «nunca conseguirá la aprobación» por parte de la CSU para aplicar el «freno de deuda».