El Ejecutivo colombiano ha calificado como «inaceptables» las justificaciones esgrimidas por grupos armados para retener a personas a cambio de dinero y ha exigido el fin de dicha práctica.
El Estado Mayor Central (EMC), una disidencia de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que actualmente dialoga con el Gobierno del presidente Gustavo Petro en aras de su desmovilización e incorporación a la vida política, anunció este martes que renunciaba al secuestro como medio para obtener fondos.
«La Mesa de Diálogos de Paz registra la decisión del EMC de las FARC-EP de abandonar la práctica de retención con fines económicos«, se lee en un comunicado dirigido a la opinión pública divulgado por medios locales, en el que se recogen los avances del segundo ciclo de conversaciones, celebrado entre el 2 y el 11 de diciembre.
Punto de inflexión
La retención de personas con fines económicos se ha constituido en un punto de inflexión en las negociaciones que mantiene el Ejecutivo colombiano con distintos grupos en el marco de la política de ‘paz total’.
El secuestro del padre del futbolista Luis Díaz por parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN), el pasado octubre, derivó en una crisis que puso en jaque tanto el proceso de paz con esa insurgencia como el enfoque de Petro para poner fin a más de seis décadas de conflicto armado interno.
El escándalo ocasionó la salida de Danilo Rueda como alto comisionado para la Paz, la designación de José Otty Patiño en el mismo cargo y luego el reemplazo de Patiño por Vera Grabe como líder del equipo negociador del Gobierno con el ELN.
Pese a las críticas, desde el ELN argumentaron que no secuestran personas sino que realizan «retenciones» porque no disponen de otros medios para financiar sus operaciones, pero los delegados gubernamentales exigieron la liberación de todos los plagiados y el fin de la práctica, que califican como injustificable e «inaceptable».