Extraño giro argumental: Scholz culpa a Putin por los altos precios de la energía en Europa

El líder del gobierno de coalición de Alemania intentó convertir a Rusia en el chivo expiatorio de los problemas económicos autoinfligidos por su país mientras Berlín enfrenta la amenaza de la desindustrialización.

En un discurso reciente en el congreso del Partido Socialdemócrata (SPD), el canciller alemán Olaf Scholz culpó a Rusia por detener el suministro de gas a Europa en medio del aumento de los costos de la energía.

Acusó al presidente ruso, Vladimir Putin, de detener los flujos de gas a través de un gasoducto funcional, reduciendo significativamente el consumo de gas de Alemania y contribuyendo a un déficit de las reservas energéticas de Europa .

«Rusia: Sí, Rusia dejó de suministrar energía a Europa… Fue el presidente ruso quien detuvo el suministro de gas a través de un gasoducto en funcionamiento», afirmó Schoz. «Esto tiene implicaciones para los precios de la energía».

Pero esa narrativa colapsa a la luz del papel de su país al imponer sanciones a Moscú y restringir el flujo de energía rusa a Europa occidental.

La decisión de Scholz de alinearse con Estados Unidos y Gran Bretaña para sancionar las fuentes de energía rusas empeoró los problemas de Alemania.

Como resultado, el país se ha privado de alrededor de 120 mil millones de metros cúbicos de gas ruso. En cambio, Alemania ha aumentado las importaciones de gas de Noruega y ha construido nuevo gas natural licuado (GNL) en su costa norte para importar suministros más caros de Estados Unidos, todas decisiones tomadas por Occidente, no por Moscú.

La situación del suministro de gas empeoró aún más tras los ataques terroristas del año pasado contra los gasoductos Nord Stream 1 y 2 que van de Rusia a Alemania bajo el Mar Báltico. Varios países, incluidos Alemania, Suecia y Dinamarca, han llevado a cabo investigaciones sobre el incidente, pero no han identificado a un culpable y se han negado a compartir sus hallazgos con Rusia.

Las autoridades rusas han acusado a Estados Unidos y Gran Bretaña de ser las principales fuerzas detrás del ataque a los oleoductos Nord Stream.

Nikolai Shulginov, jefe del Ministerio de Energía ruso, afirmó en noviembre que Rusia no ha «cerrado» la dirección occidental del suministro de energía y sigue siendo un proveedor de gas fiable incluso en las difíciles condiciones actuales.

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