«Los países árabes cooperan más con Rusia para generar un nuevo balance de poder mundial»

Con su eventual visita a Arabia Saudita, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, buscaría dos cosas: la estabilización de los precios del petróleo y un mayor equilibrio en el balance de fuerzas en Oriente Medio e incluso en todo el mundo, afirmaron analistas consultados por Sputnik.

Una las prioridades de este movimiento estratégico de Moscú es mantener un consenso sobre los precios de este hidrocarburo, cuyos precios han subido a nivel internacional desde hace meses, asegura el doctor Moisés Garduño, doctor en Estudios Árabes e Islámicos por la Universidad Autónoma de Madrid.

El experto señala que, con esta visita, también se busca tejer buenas relaciones con Arabia Saudita debido al importante papel que este país juega en la producción y el suministro de petróleo a nivel mundial.

El presidente Putin viaja este 6 de diciembre a Riad, su primera visita de Estado al país árabe en 13 años. En la agenda se revisará, entre otros temas, la próxima incorporación de Arabia Saudita al bloque de los BRICS y el conflicto entre Israel y Palestina.

La gira del líder ruso se produce en momentos en que los principales países productores de petróleo llevan a cabo negociaciones para seguir recortando la producción con el fin de mantener altos los precios del energético.

«Lo que se busca es reforzar su papel [de Rusia] como potencia ante los ojos de Oriente Medio, sobre todo en términos energéticos», afirma el maestro Miguel Rodríguez, académico de la UNAM y experto en temas internacionales.

«Hay que recordar que Rusia, después de Arabia Saudita, es el país que más produce petróleo y, como parte de lo que se llama la OPEP+, tienen una connivencia también en términos de defender el precio de de los energéticos», añade el especialista.

Para Juan Manuel Portilla Gómez, doctor en derecho internacional, un elemento interesante de la visita de Putin es el distanciamiento que ha tomado Riad de la política de Washington, su aliado y socio tradicional, no solo en términos de política energética, sino también del conflicto palestino-israelí.

«Se abrió una expectativa distinta porque Arabia Saudita no deja de ser un aliado importante de Estados Unidos. Sin embargo, ya desde los tiempos de Obama y más recientemente, Riad ha marcado una una distancia respecto a Estados Unidos», explica el también exdiplomático de México en El Cairo.

Según él, Washington ya no tiene –salvo ahora con la escalada en Gaza– la misma política hacia el Oriente Medio. Ante esto, dice, Rusia ha aprovechado el nuevo tablero geopolítico para acercarse a dicha región del mundo.

Un multilateralismo distinto
Garduño hace hincapié en el liderazgo de Arabia Saudita entre los países árabes e islámicos, tanto en la Liga Árabe como en la Organización para la Conferencia Islámica.

«Aquí hay un multilateralismo distinto en donde Arabia Saudita representa un papel de liderazgo, así como el reciente acercamiento con China y con Irán a partir de este acuerdo que hizo posible Pekín; entonces ahí podríamos ver el papel de Arabia Saudita un poco más crítico de Estados Unidos, precisamente por este afán ruso de ir respetando la legislación internacional y de velar por un cese al fuego lo más pronto posible [en Gaza]», señala Garduño.

«Estas visitas sirven para reforzar el papel de Rusia en el Oriente Medio como un jugador clave en los asuntos internacionales. Y es que los países árabes precisamente ahora cooperan más con Rusia para generar un nuevo balance de poder a nivel internacional, tener mayor autonomía en su política exterior y, además, defender sus intereses económicos», agrega Rodríguez.

Garduño, también académico de la UNAM, considera que el rol de Moscú en Oriente Medio es «conciliador, de mediación y de mucha crítica al uso desmedido de la fuerza por parte de Israel» en la Franja de Gaza.

«Rusia ha criticado el apoyo desmedido de Estados Unidos a Israel, pero en un afán conciliador”, precisa el especialista.

El presidente Putin también revisará en Riad el ingreso de Arabia Saudita a los BRICS que está previsto para el próximo 1 de enero junto con otros cinco países. En este sentido, Garduño asegura que una de las posibilidades es que China pueda presentar una postura sobre Palestina a propósito de establecer una solución de dos Estados para poderla integrar no precisamente al bloque, pero sí como un socio estratégico.

«Eso ya lo ha hecho Pekín: designó a Palestina como miembro estratégico en la reciente visita que hizo el presidente de Palestina, Mahmud Abás, a China», dice el experto.

«Los BRICS podrían tener una postura un poco más de respaldo a Palestina sin ingresarla todavía», reitera.

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