El primer ministro ruso destaca la resistencia de la economía del país ante las sanciones

MOSCÚ (Sputnik) — Las sanciones antirrusas que impusieron países de Occidente no llevaron al colapso económico de Rusia, declaró el primer ministro de Rusia, Mijaíl Mishustin, en su discurso en el foro educativo Znanie (Conocimiento).

«Por supuesto, hubo dificultades perceptibles. Sobre todo, en el segundo trimestre de 2022. Sin embargo, desde entonces ha habido una recuperación constante», declaró Mishustin y subrayó que las principales dificultades fueron superadas.

De acuerdo con el primer ministro, incluso los opositores hablan de los éxitos de Rusia en el ámbito económico y «admiten abiertamente que las sanciones antirrusas no surten efecto».

El crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), destacó Mishustin, fue de alrededor de 5% en octubre en términos anuales, de 3,2% en los últimos diez meses, mientras al cierre del año se espera que sea de un 3%. Asimismo, Mishustin comparó este indicador con el europeo.

«Si hablamos de la eurozona, según las previsiones de la Comisión Europea, el crecimiento del PIB será del 0,6% este año, lo que es casi cinco veces inferior al de Rusia», indicó.

También señaló que en Alemania, Irlanda, Austria, la República Checa, Hungría, Suecia y los países bálticos estos indicadores son negativos.

Rusia alerta del colapso de las normas de la ONU y del derecho internacional

El primer ministro de Rusia también advirtió que el derecho internacional y las normas que cimentaron la ONU no están funcionando.

«El derecho internacional está siendo desmantelado. Era el cimiento del orden mundial desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Precisamente entonces se fundó la Organización de las Naciones Unidas. Este organismo determinó por siete décadas las líneas que los países no debían cruzar (…) Pero hoy vemos que esas normas dejaron de funcionar», afirmó Mishustin en la conferencia que ofreció en el Foro-Exposición ‘Rusia’ en el centro de exposiciones VDNH de Moscú.

El objetivo en ese momento, apuntó, era «impedir que se repitan los trágicos acontecimientos de principios y mediados del siglo XX». Hoy por hoy, remarcó, la confianza entre los Estados disminuyó.

«En primer lugar se redujo la confianza entre los actores de las relaciones internacionales. Sobre todo por que algunos tratan de reescribir las reglas de juego para fortalecer su propio liderazgo en detrimento de otros», consignó.

Estados Unidos y los países de su órbita, básicamente de Europa, llevan a cabo una ‘guerra de sanciones’ contra ciudadanos, empresas e instituciones de Rusia con distintos argumentos.

Según denunció antes el presidente ruso, Vladímir Putin, «un grupo conocido de países acostumbrados a dominar el mundo, no se detiene ante nada para mantener su menguante influencia, ejerce un chantaje abierto y presión, suplantando el sistema del derecho internacional por un cierto orden basado en reglas».

Esta política, recalcó el mandatario, provocó tanto la crisis en torno a Ucrania, como la escalada del conflicto palestino-israelí, entre otros problemas internacionales.

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