El Gobierno palestino acusa al primer ministro israelí de intentar consolidar la separación total entre el enclave y Cisjordania
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha prometido que impedirá cualquier tipo de influencia de la Autoridad Palestina sobre la Franja de Gaza cuando termine la operación militar contra el enclave y el movimiento islamista Hamás al entender que ambas entidades están unidas en su compromiso para destruir al Estado de Israel.
«El movimiento palestino puede estar partido en dos», manifestó Netanyahu en su comparecencia de prensa del pasado sábado, «pero, para mi desdicha, el rechazo a la existencia de Israel es un elemento común entre ambas facciones, así que no voy a cometer el error de poner a esa entidad al frente de Gaza porque vamos a acabar con el mismo resultado», indicó en relación a la Autoridad Palestina.
INCÓGNITA POLÍTICA A MEDIO PLAZO
El futuro político de Gaza a medio plazo todavía sigue sin quedar claro. Israel, de momento, contempla el establecimiento de una zona de seguridad dentro del enclave pero Estados Unidos, su gran aliado, ya ha manifestado que no está de acuerdo con este plan porque, como avanzó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, «Gaza debe seguir siendo tierra palestina y no puede reducirse».
Fuentes oficiales israelíes bajo condición de anonimato han explicado al ‘Times of Israel’ que este plan todavía sigue sobre la mesa. «Hamás no puede volver a acumular capacidades militares en la frontera y volver a sorprendernos de nuevo», han indicado antes de matizar que «se trata estrictamente de una medida de seguridad, no política» y de garantizar que no habrá militares israelíes en el lado gazatí de la frontera.
Sea cual sea el escenario, Netanyahu asegura que la Autoridad Palestina no jugará papel alguno. «Es gente que paga a asesinos y que educa a sus hijos para odiar a Israel, para asesinar a judíos y, en último término, para hacer desaparecer al Estado de Israel», ha manifestado el primer ministro, antes de tachar a la Autoridad Palestina como «un mecanismo defectuoso y un terrible error».
«No voy a engañarme a mí mismo y permitir que gobierne Gaza el mismo elemento, uno que no ha manifestado ni deseos de cambio ni deseos de reforma, por mucho que lo propongan nuestros mejores amigos. El gobierno interno de Gaza debe atravesar un proceso radicalmente diferente», ha zanjado.
Por contra, el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina ha respondido a las palabras del primer ministro enmarcando toda la operación militar israelí como un esfuerzo para consolidar la separación total existente entre Gaza y Cisjordania, partiendo así literalmente en dos los esfuerzos para «materializar un Estado palestino independiente, con Jerusalén Este como su capital».
«Netanyahu y su gabinete de guerra continúan golpeando los tambores de guerra bajo falsos pretextos y pretextos, repitiendo como un disco rayado sus ataque injustificado a la Autoridad Nacional Palestina y sus dirigentes», ha lamentado el Ministerio en un comunicado publicado en la red social X.
La Autoridad Palestina entiende así «un intento de establecer la separación entre Cisjordania y la Franja de Gaza para atacar y socavar la oportunidad que encarna el Estado palestino independiente con Jerusalén Oriental