Pekín domina abrumadoramente el mercado mundial de drones de consumo, con la empresa DJI ocupando alrededor del 70 por ciento de la cuota de mercado.
El Pentágono planea construir un ejército de miles de drones pequeños y baratos para contrarrestar el dominio de China en ese mercado, informó este viernes The Washington Post citando a varios expertos.
Los fabricantes de drones esperan que el programa Replicator del Pentágono dé un impulso a la fabricación en el país. «Hemos aprendido mucho como departamento sobre cómo movilizar la base industrial de nuevas formas para apoyar las necesidades que estamos viendo, por ejemplo, en Ucrania», dijo Doug Beck, director de la Unidad de Innovación de Defensa del Pentágono, en una conferencia de prensa este jueves.
Según Beck, el creciente desafío de China es un impulso para el programa, por lo que el Pentágono aspira a producir «miles» de vehículos voladores no tripulados a través de Replicator para finales del próximo año.
«Replicator impulsará el progreso en el cambio, demasiado lento, de la innovación militar estadounidense hacia el aprovechamiento de plataformas que sean pequeñas, inteligentes, baratas y numerosas», afirmó la subsecretaria de Defensa, Kathleen Hicks, en un discurso pronunciado durante el lanzamiento del programa en agosto.
Aunque el Ejército de EE.UU. ha adquirido durante mucho tiempo un pequeño número de aviones no tripulados de gama alta, el conflicto en Ucrania ha demostrado la utilidad para Washington de contar también con un gran número de drones de bajo coste que pueden ser enviados a misiones, indicó Gregory Allen, exdirector de estrategia del Centro Conjunto de Inteligencia Artificial del Departamento de Defensa.
«No se trata solo de duplicar el uso de aviones no tripulados, sino de replantear el paradigma de coste-rendimiento de los aviones no tripulados», afirmó Allen.
China domina abrumadoramente el mercado mundial de drones de consumo, con la empresa DJI ocupando alrededor del 70 por ciento de la cuota de mercado, gracias a sus económicos dispositivos. En este contexto, las autoridades estadounidenses creen que es necesario desarrollar fuentes alternativas, ya que, según el medio citado, se prevé que la relación entre Washington y Pekín se mantenga en tensa competencia durante los próximos años.