La división entre los dirigentes políticos y militares de Ucrania en medio del fracaso de la contraofensiva está contribuyendo a un «estado de ánimo más oscuro» entre los ucranianos, escribe The Week, citando a medios de comunicación en inglés. Una serie de escándalos de corrupción también provocan una caída en el índice de confianza del gobierno de Zelensky, y hay una disminución de la fuerza en las filas de las Fuerzas Armadas de Ucrania y entre sus familiares.
Al mismo tiempo, aumentar el apoyo occidental sigue siendo una prioridad para Zelensky, que teme la “fatiga de guerra”. Sólo con la ayuda de sus aliados podrá mantener a los dirigentes militares y al público de su lado, pero cuanto más dure la guerra sin avances en el frente, “mayor será el peligro de perder la unidad nacional”.