La vicepresidenta aceptó colaborar en la consecución de la paz en el conflicto con Hamás, pero cargó contra el mandatario: «Está claro que el presidente me quiere lejos».
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, y su vicepresidenta, Verónica Abad, han escenificado su divorcio político después de que el mandatario haya dispuesto el traslado de Abad a Israel, encomendándole colaborar en la consecución de la paz en el conflicto con Hamás.
Este lunes Abad declaró: «A mí el presidente me quiere lejos», confirmando el alejamiento de los dos políticos que se viene vislumbrando prácticamente desde que ambos se inscribieran como binomio presidencial de cara a las elecciones que se celebraron el pasado mes de agosto.
Durante las últimas semanas, la vicepresidenta había pedido públicamente una reunión con Noboa con la finalidad de aclarar un supuesto malentendido. Sin embargo, la respuesta llegó en forma de comunicado de la Secretaría de Comunicación.
El secretario Roberto Izurieta informó que había comunicado la solicitud de la vicepresidenta al mandatario y que se había decidido que fuera la canciller Gabriela Sommerfeld quien se reuniera con Abad para coordinar todas las acciones necesarias para abordar su traslado a Israel.
Meses de desencuentro
Después de que el pasado 8 de junio Noboa y Abad se escribieran como tándem para las elecciones presidenciales, solo se les pudo ver juntos un par de semanas después. Desde entonces no ha vuelto a haber una foto conjunta, ni siquiera cuando se conoció que habían pasado sorpresivamente a la segunda vuelta.
En estos meses, el presidente no ha mencionado a su vicepresidenta, lo que produjo la reacción de Abad, quien aseguró que tanto el mandatario como las figuras políticas de la alianza Acción Democrática Nacional (ADN) se encargaron de alejarla de las tomas de decisiones del Ejecutivo.
Asimismo, la política también sostuvo que no fue invitada a participar en los eventos de celebración ni al almuerzo protocolario después de la toma de posesión. En rueda de prensa desmintió los rumores e indirectas que la involucran en la toma de dinero durante la campaña y otros actos de corrupción.
Así, la vicepresidenta aseguró que aunque no se encuentre presente físicamente en Ecuador, su voz se escuchará y hará notar su presencia. También acusó al presidente Noboa de «acordar con quienes han llevado al país a la oscuridad» y de sentarse a negociar con quienes buscan la impunidad, en alusión al correísmo y al pacto con el oficialismo en la Asamblea Nacional.
Abad advirtió que no dejará que la destituyan por incumplimiento de funciones, para no «darle el gusto» a quienes quieren quedarse con la Vicepresidencia de la República.