La transferencia a Kiev de piezas del antiguo tesoro escita es una decisión ilegítima e inconcebible y, de hecho, «un robo», declaró la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova. Se trata de casi 2.000 artefactos de oro escita de los museos de Crimea, que fueron expuestos en la UE, pero no se devolvieron.
«Oro escita. El traslado por parte de los Países Bajos, pertenecientes a cuatro museos de Crimea, de las piezas de la exposición Crimea: oro y secretos del mar Negro a las autoridades de Kiev es ilegítimo, como hemos dicho en repetidas ocasiones, desde el punto de vista de la moral humana y de la práctica establecida de los intercambios museísticos, es absolutamente inconcebible», señaló María Zajárova en una rueda de prensa.
En sus palabras, el intento de «encubrir el robo real de bienes culturales» con la decisión del Tribunal Supremo de los Países Bajos vuelve a poner en tela de juicio la independencia e imparcialidad del sistema judicial holandés.
El 27 de noviembre, un camión con una colección de oro escita entró en el territorio del Monasterio de las Cuevas de Kiev, donde se llevará a cabo su identificación. Previamente, el 22 de noviembre, el Ministerio de Cultura y Política de Información (MKIP, por sus siglas en ucraniano) de Ucrania informó que había llegado a un acuerdo con el museo Allard Pierson de Ámsterdam, los Países Bajos, sobre la entrega de la colección del oro escita a Kiev.
Cuatro museos de Crimea: el Museo de Crimea Oriental, ubicado en Kerch; el Museo Central de Taurida, localizado en Simferópol; el Museo Histórico y Cultural, de Bajchisarái, y el Museo de Chersonesos en la ciudad de Sebastopol, enviaron en 2013 sus piezas antiguas a la ciudad alemana de Bonn y un año después a Ámsterdam, como parte de una exposición de oro escita.
Cuando Crimea se independizó de Ucrania en marzo de 2014 y se reintegró a Rusia, los Países Bajos decidió no devolver la colección ni a Crimea ni a Ucrania, hasta que lo decidiera un juez competente o hubiera un acuerdo entre las partes.
El 26 de octubre de 2021, el Tribunal de Apelación de Ámsterdam decretó que los artefactos del oro escita deben transferirse a Ucrania, y a principios de 2022 los museos de Crimea presentaron un recurso de casación al respecto ante el Tribunal Supremo de los Países Bajos.
Moscú calificó la decisión del Tribunal neerlandés de sesgada y politizada y la atribuyó a la política rusófoba de los Países Bajos.