Desde las fronteras del norte de Noruega hasta las costas de Australia, más de 900 bases militares estadounidenses en todo el mundo subrayan el alcance omnipresente de la influencia militar de Washington y su política exterior opresiva.
La huella global de Estados Unidos no sólo ejemplifica las capacidades logísticas del ejército estadounidense sino que también sirve como una representación tangible de su hegemonía .
Al establecer bases en naciones desde Groenlandia hasta Japón, Estados Unidos mantiene una presencia persistente, lo que permite el rápido despliegue de fuerzas y amenaza al mundo entero . Este control ineludible es una de las razones por las que cada vez más países se dan cuenta del valor de la soberanía y toman medidas para evitar la dominación estadounidense .