El movimiento de extrema derecha rechaza la legitimidad de las autoridades y hace llamadas a funcionarios para, supuestamente, amenazarles y preparar desórdenes.
Las autoridades alemanas han realizado este jueves redadas en ocho estados federados contra el grupo de extrema derecha Reichsbuerger (Ciudadanos del Reich, en castellano). El movimiento, que no reconoce la legitimidad del Gobierno alemán, está siendo investigado en relación con presuntas amenazas de muerte dirigidas a algunos funcionarios, entre otros delitos.
Alrededor de 280 efectivos de los cuerpos de orden participaron en los registros de las casas de una veintena de sospechosos, indicaron la Fiscalía de Múnich y la jefatura de la Policía de Alta Baviera Norte, en declaraciones a medios locales. En la operación se incautaron ordenadores, portátiles, teléfonos inteligentes y dispositivos externos de almacenamiento de datos.
La presunta organización criminal se halla en el punto de mira de las autoridades desde 2021, cuando una investigación empezó a rastrear las cuentas del grupo en Telegram, donde se difundían teorías conspirativas y se proponía ayuda a las víctimas de acciones del Estado. Un hombre de Baviera de 58 años, identificado como operador de algunos de estos canales, fue detenido en noviembre de 2021, pero las acciones presuntamente delictivas no se detuvieron en ese punto.
El grupo trataba de bloquear los canales de comunicación de las autoridades mediante llamadas múltiples por teléfono y el envío masivo de correo electrónico. En llamadas telefónicas que hacían distintos funcionarios, difundían las ideas de Ciudadanos del Reich y lanzaban acusaciones sobre crímenes de guerra y contra derechos humanos, así como insultos y, en ocasiones, amenazas de muerte.
«El objetivo principal de las personas involucradas era desestabilizar la República Federal de Alemania y sus instituciones estatales e impedir acciones legales del Estado mediante el procedimiento descrito para impedir o, por lo menos, hacerlas más difíciles», opinan los investigadores.
«Los miembros del Reichsbuerger no pueden ser vistos sólo como locos estrafalarios, sino que también pueden convertirse en peligrosos criminales», comentó el ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann. «Es por eso que las autoridades están investigando cada sospecha y tomando medidas antes de que la situación empeore más«, añadió.
El año pasado, 23 individuos vinculados al grupo, incluidos varios exoficiales del Ejército y un exlegislador, fueron arrestados por, supuestamente, conspirar para asaltar el Parlamento, asesinar a altos funcionarios, derrocar al Gobierno y provocar una guerra civil. El pasado mes de enero, cinco miembros más del Reichsbuerger fueron acusados de «fundar una organización terrorista nacional», de preparar «un acto de alta traición» y «un acto grave de violencia con peligro para el Estado», entre otros cargos. Todos los procesos relacionados se siguen su curso.