«Estabilización sin recuperación total»: el balance de la reunión de Biden y Xi en la cumbre de APEC
18.11.2023 17:27
En el contexto de una tensa situación geopolítica, lo más destacado de la cumbre APEC, como era de esperar, fue el primer encuentro en un año entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping. Este acontecimiento puede considerarse un intento de EEUU de apaciguar al menos un poco la tensa relación entre las partes.
Biden y Xi no se cruzaban desde hace exactamente un año, desde la cumbre del G20 en Indonesia. Pekín rompió los contactos militares con Washington en 2022, después de que Nancy Pelosi, entonces presidenta de la Cámara Baja del Congreso, oficialmente la tercera persona de Estados Unidos, visitara Taiwán sin el consentimiento chino.
Ahora los lazos se han restablecido, y no solo a nivel de mando de las Fuerzas Armadas. Los jefes de Estado están dispuestos a «descolgar el teléfono» para discutir cualquier asunto urgente.
«Los dos jefes de Estado acordaron (…) reanudar, sobre la base de la igualdad y el respeto, la interacción de alto nivel entre los dos Ejércitos, las reuniones de trabajo entre los Ministerios de Defensa chino y estadounidense y las sesiones del mecanismo de consulta chino-estadounidense sobre seguridad militar en el mar», dice el comunicado difundido tras las conversaciones entre los dos líderes.
Abordando la cuestión taiwanesa, Biden reafirmó el compromiso de Washington con el concepto de «una sola China». Xi, por su parte, aseguró que no hay ningún escenario militar para resolver la crisis en torno a Taiwán, pero criticó la ayuda militar estadounidense a la isla.
«La parte estadounidense debería dejar de armar a Taiwán y apoyar la reunificación pacífica», declaró, citado por el Ministerio de Exteriores chino.
Salvar a los estadounidenses»
China exporta a EEUU medicamentos que contienen precursores del fentanilo, pero la propia sustancia es consumida como narcótico por algunos estadounidenses, lo que causa la muerte de un elevado número de personas cada año.
De acuerdo con The Guardian, Biden y Xi acordaron limitar las exportaciones. «Salvará vidas», dijo el presidente de Estados Unidos, añadiendo que apreciaba la postura del líder chino en este asunto.
Por su parte, Xi expresó el deseo de que se levanten las restricciones al sector tecnológico chino.
«La contención del progreso tecnológico de China no es más que un intento de ahogar el desarrollo de alta calidad y privar al pueblo de su derecho al desarrollo», destacó.
Se desconoce cómo reaccionó Biden, sin embargo, según los observadores occidentales, el hecho de que Xi planteara la cuestión puede tranquilizar a los empresarios chinos, alarmados por el descenso de las inversiones en el extranjero.
Las discrepancias no han quedado resueltas
Por último, el programa máximo de Washington incluía influenciar a Moscú y Teherán a través de Pekín, y por eso Biden instó a Xi a utilizar la capacidad china en estos ámbitos. Fuentes anónimas que asistieron a la reunión afirman que fue sobre todo el líder estadounidense quien habló.
No está claro cómo percibió el dirigente chino sus argumentos, pero tras las conversaciones, Biden volvió a llamar «dictador» a Xi, aunque intentó no darle una connotación ofensiva.
«Es un dictador en el sentido de que dirige un país comunista con una forma de gobierno completamente diferente a la nuestra», aclaró el presidente estadounidense, mientras que Xi le dijo que la percepción negativa del Partido Comunista Chino en EEUU es injusta, y la portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Mao Ning, calificó esa declaración de irresponsable y errónea.
Sin embargo, de acuerdo con el mandatario chino, Washington y Pekín pueden coexistir en paz y buscar una cooperación beneficiosa para todos, a pesar de sus diferencias socioculturales.
«Es un hecho que China y Estados Unidos son diferentes en historia, cultura, sistema social y caminos de desarrollo», apuntó el líder asiático.
«Sin embargo, mientras se respeten mutuamente, coexistan en paz y busquen una cooperación de beneficio mutuo, serán plenamente capaces de superar las diferencias y encontrar el camino correcto para que los dos principales países se lleven bien», enfatizó.
Los expertos encuestados por Sputnik creen que las conversaciones de San Francisco dieron el mejor resultado posible en las circunstancias actuales.
«La retórica antichina en Estados Unidos se ha debilitado notablemente», afirmó Alexéi Máslov, director del Instituto de Países Asiáticos y Africanos de la Universidad Estatal de Moscú.
En sus palabras, el solo hecho de la reunión cara a cara demuestra la voluntad de ambos países de suavizar las contradicciones «insuperables». Los estadounidenses no tocaron el asunto de Taiwán, y «está claro que la isla será devuelta de forma no militar». Las conversaciones sobre el tráfico de fentanilo y la cooperación en el campo de la inteligencia artificial «demuestran que Washington y Pekín tienen puntos de contacto», profundizó.
Al mismo tiempo, destacó el experto, no se prometió liberalizar el mercado de EEUU para los productos chinos, no se pronunció ni una palabra sobre cooperación científica y técnica entre los dos Estados, y las posturas sobre los conflictos en Oriente Medio y Ucrania «tampoco han convergido».
De este modo, las relaciones se han estabilizado, pero «no se han restablecido» del todo. En cuanto a las esperanzas de Washington de presionar a través de Pekín a Moscú y Teherán, son «absolutamente vanas», consideró Máslov.
«Este es el escollo que los dirigentes de Estados Unidos venden ante todo a sus votantes, demostrando su determinación. Pero ellos mismos se dan cuenta de que China no presionará a sus socios, y menos sin obtener nada a cambio. El nexo Irán-Rusia es más prometedor para China que la mejora de las relaciones con Estados Unidos», explicó el analista ruso.
Andréi Vinogradov, director del Centro de Estudios de la China Contemporánea del Instituto de Estudios Orientales, recordó que una ruptura total entre Washington y Pekín es imposible porque los países son «interdependientes».
«El volumen de comercio ha alcanzado los 760.000 millones de dólares, en 2022 era mucho menor. Para China, esto supone alrededor del 12% del comercio exterior», detalló.
No obstante, «el tira y afloja va a continuar», ya que las posiciones clave que Estados Unidos y China habían esbozado en 2011 en una reunión entre Hu Jintao, predecesor de Xi, y Barack Obama, antiguo jefe de Casa Blanca, no han cambiado, concluyó Vinogradov.