Racismo en Brasil: las personas negras son casi 90 % de las víctimas mortales en intervenciones policiales

La Red de Observatorios de la Seguridad analizó los datos de los departamentos de seguridad pública, en ocho de los 27 estados del país durante el 2022.

El año pasado, cada cuatro horas murió un persona negra en intervenciones policiales en ocho de los 27 estados de Brasil, según la Red de Observatorios de la Seguridad.

En su informe, ‘La bala no erra al negro’, la red indica que, por cuatro años consecutivos, la población negra es la mayor víctima de violencia policial.

«De 3.171 registros de defunción, con información declarada sobre color y raza, los negros representaron el 87,35 %, es decir, 2.770 personas», detalla el texto.

Los datos fueron obtenidos de los departamentos de seguridad pública de los estados de Bahía, Ceará, Maranhão, Pará, Pernambuco, Piauí, Río de Janeiro y Sao Paulo.

«Una cuestión política y social»

«El número de negros asesinados por violencia policial representa la gran mayoría, y la constancia de este número, año tras año, pone de relieve la estructura violenta y racista en el acciones de estos agentes de seguridad en los estados», comentó Silvia Ramos, coordinadora de la Red de Observatorios.

Ramos advirtió de que «es necesario considerar la letalidad de personas negras causada por la Policía como una cuestión política y social», y lamentó que «no se vislumbre ninguna perspectiva de un cambio real de escenario», en un país donde un 56 % de los más de 211 millones de habitantes del país se declaran negros o pardos.

De todos los estados, Bahía lidera el número de muertes de personas negras, con 1.121 fallecidos, mientras que en Río de Janeiro murieron 1.042. La mayoría de las víctimas tenían entre 18 y 29 años. Los dos estados registran 66,23 % de hechos de esta naturaleza.

En Río de Janeiro se vivieron en septiembre momentos de terror en el mayor ataque al transporte público de la historia de la ciudad carioca, cuando un grupo de milicianos quemó 35 autobuses y un tren.

Asimismo, Bahía ha sido escenario de episodios de gran violencia por la guerra entre las facciones criminales y los enfrentamientos con la Policía.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, desplegó el mes pasado a 3.700 militares en algunos puertos y aeropuertos, así como en las fronteras del país, en un intento de frenar el tráfico de armas y drogas de las facciones criminales.

 

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