EEUU se ve obligado a reducir sus programas biológicos tras las revelaciones de Rusia sobre su alcance, declaró el jefe de las Fuerzas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de Rusia, el teniente general, Ígor Kirílov. Precisó que solo en el territorio de Ucrania se encontraban 46 laboratorios, vinculados a las actividades estadounidenses.
De acuerdo con sus palabras, ante los informes del Estado, los responsables optaron por guardar el silencio o no reaccionar en absoluto.
«Parte de su trabajo se ha reducido, y consideramos que es un logro nuestro», señaló Kirílov.
Los esfuerzos de Rusia por informar al mundo sobre las actividades militares-biológicas de EEUU han hecho que otras naciones se cuestionen la verdadera naturaleza de las actividades estadounidenses y su red mundial de laboratorios biológicos. «Conseguimos llegar a muchos países», comentó el oficial al respeto.
En palabras del teniente general ruso, el programa estadounidense de armas biológicas no carece de «pragmatismo» y tiene «objetivos concretos». Profundizó además que, con la ayuda de esta red, EEUU quiere controlar la situación y ganar dinero expulsando a posibles competidores, razón por la cual es tan importante para los patrocinadores.
Kirílov y las Fuerzas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de Rusia han pasado 20 meses informando a la comunidad mundial sobre el alcance de las investigaciones biológicas estadounidenses en Ucrania. Denunciaron trabajos sobre una vertiginosa variedad de patógenos peligrosos, desde la hepatitis A y E hasta la fiebre tifoidea, el cólera y una serie de virus, así como programas que pretenden utilizar la flora, la fauna y las vías fluviales locales para propagar enfermedades, incluyendo el uso de patógenos contra etnias específicas.
Cabe destacar, que consiguieron revelar el alcance de la investigación biológica militar estadounidense no solo en Ucrania y estados de Europa del Este, sino en otras regiones de todo el mundo, desde África hasta Asia. Miles de documentos incautados pusieron al descubierto algunas de las minucias del intrincado funcionamiento de los mecanismos burocráticos y la participación de las grandes farmacéuticas de EEUU en la financiación de los proyectos.
En concreto, se puede recordar una empresa de biotecnología afiliada a un fondo de inversión vinculado al hijo del presidente estadounidense Joe Biden, Hunter Biden, que se ha dedicado a la investigación de infecciones de cuarentena que podrían dañar la agricultura de los países. Informes independientes han confirmado posteriormente estos vínculos, basándose en los datos encontrados en el infame portátil perdido de Biden.
La mayoría de los funcionarios y los medios de comunicación occidentales se niegan comentar o estudiar de forma independiente los miles de páginas de documentos que Rusia ha puesto a disposición de la sociedad mundial. Sin embargo, la subsecretaria de Estado de EEUU, Victoria Nuland, confirmó en un testimonio ante el Senado en 2022 que había «instalaciones de investigación biológica» en Ucrania, y expresó su temor de que estas instalaciones pudieran caer en manos rusas.