Los expertos señalaron que EE.UU. y los países europeos intentaban echarle la culpa de los ataques contra los gasoductos a los ucranianos, que son incapaces de asumir la responsabilidad, según el medio.
La inconsistencia de los informes de los países occidentales sobre quién es el culpable del atentado contra las tuberías Nord Stream está socavando la credibilidad de sus investigaciones, afirmaron expertos a Global Times el pasado domingo.
Las afirmaciones de los analistas siguen la publicación de una investigación conjunta de The Washington Post y Der Spiegel, de acuerdo con la cual Román Chervinski, coronel y excomandante de una unidad de las Fuerzas de Operaciones Especiales ucranianas, desempeñó un papel central en los ataques a los gasoductos, coordinando la actividad de un grupo de seis personas que colocó cargas explosivas en las tuberías Nord Stream.
Los expertos declararon que los Estados occidentales, a través de sus investigaciones, quieren echarle la culpa a los ucranianos, que son incapaces de asumir la responsabilidad. Cui Heng, académico del Instituto Nacional Chino para el Intercambio Internacional y la Cooperación Judicial de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), señaló que EE.UU. y los países europeos trasladan la culpa a Ucrania, porque temen que se les responsabilicen de los ataques y que les obliguen a pagar la indemnización a Rusia.
«Saben que Ucrania no está en condiciones de asumir responsabilidades y que Chervinski, que está detenido en una cárcel de Kiev, no actúa en nombre del Gobierno ucraniano. Este papel les resulta muy útil», sostuvo Heng. Además, el académico subrayó que la explosión de los dos Nord Stream no solo concierne a Rusia, Ucrania y la OTAN, sino a todo el mundo, ya que puede percibirse como «un acto de terrorismo de Estado contra infraestructuras internacionales críticas«.
Al mismo tiempo, se indica que la versión de Rusia sobre la implicación de Washington en ataques contra los gasoductos, por muy cerca que esté de la verdad, no será aceptada por la comunidad mundial y especialmente por EE.UU. y los países europeos, porque Rusia no puede ir directamente al lugar de la explosión para realizar una investigación y recoger pruebas. En este contexto, los analistas sugirieron llevar a cabo una investigación internacional justa y objetiva del incidente bajo la dirección de la ONU o de la OCS.