Describen la caza de cabezas más sangrienta conocida en Asia neolítica

Hace más de 4.000 años, cazadores de cabezas atacaron un asentamiento en el noreste de China, donde mataron y decapitaron a decenas de mujeres y niños. Los autores de un nuevo estudio revelaron posibles detalles de esta masacre.

Un equipo de científicos de China y EE.UU. examinaron esqueletos humanos del yacimiento de Honghe en el noreste de China. El estudio del sitio reveló que son restos de víctimas masacradas en actos de caza de cabezas hace unos 4.100 años, según recoge un artículo en Live Science.

Los investigadores descubrieron que la fosa común contenía 41 esqueletos sin cabeza pertenecían a mujeres y niños. De las 41 víctimas sin cabeza, 32 parecen haber sido asesinadas en un solo evento. Además, cerca de la fosa, junto a los restos de otra estructura neolítica, los arqueólogos encontraron cuatro cráneos masculinos, y junto a los cráneos, herramientas de hueso y fragmentos de cerámica.

Un nuevo estudio reveló que se trata de la caza de cabezas más sangrienta conocida en la historia de Asia Neolítica, según un artículo publicado en la revista Archaeological and Anthropological Sciences.

Cada uno de los 32 esqueletos de mujeres y niños sin cabeza tiene marcas de corte en las vértebras del cuello y varios tienen cortes en forma de ‘V’ y ‘U’ en la segunda vértebra, además de huellas de armas punzantes en sus huesos. Los asesinos utilizaron cuchillos con mango de hueso y hojas de piedra.

Sin embargo, no está claro por qué las víctimas del ataque fueron mujeres y jóvenes, en lugar de los hombres adultos. Es posible que el pueblo Honghe, una comunidad de agricultores, cazadores y pescadores estuviera en conflicto con otras tribus, como lo demuestran tres trincheras defensivas encontradas en el asentamiento.

«Las cabezas de [integrantes de] una tribu enemiga se recogían por un significado ritual específico, para conquistar y/o poseer el alma y la energía de los enemigos», expuso a Live Science el autor principal del estudio, Qian Wang, profesor de ciencias biomédicas de la Universidad Texas A&M, de EE.UU. «No se encontraron entierros sin cabeza durante el Neolítico en China, excepto algunas cabezas para rituales de sacrificio», precisó.

Los investigadores sugirieron que el asentamiento fue atacado por una tribu enemiga mientras todos los hombres estaban fuera. Tras el ataque, es posible que los agresores se llevaran las cabezas como trofeos. Cuando los hombres regresaron, probablemente trasladaron los cadáveres a dos casas para un simple entierro, y luego abandonaron el asentamiento, según Wang.

En cuanto de los cuatro cráneos sin cuerpos encontrados en el asentamiento, pueden haber sido «trofeos» traídos por los hombres del asentamiento Honghe al atacar a otra tribu enemiga, propuso el científico.

 

 

 

 

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