El presidente ruso visitará esta semana Kazajistán, para ‘sincronizar los relojes’ en cuanto a las perspectivas de interacción en alianzas de integración del espacio euroasiático, entre otros asuntos.
Crear un espacio común de paz, estabilidad y prosperidad en Eurasia es un «componente inalienable» de la «formación de un nuevo y más justo orden mundial», en lo que constituye la «tendencia dominante de la etapa moderna del desarrollo global», opina el presidente ruso, Vladímir Putin.
En declaraciones a Kazajstánskaya Pravda, en anticipación de la visita a Kazajistán que cumplirá este jueves, el mandatario ruso subrayó que «el cumplimiento de tareas tan grandes y globales en escala es imposible sin aunar fuerzas, fortalecer la confianza mutua, estar dispuestos a cooperar y buscar soluciones colectivas«.
«Creemos que un paso importante para lograr este objetivo es la creación de un amplio circuito de integración -la gran asociación euroasiática-, combinando el potencial de todos los Estados y asociaciones multilaterales de la región, apoyándose principalmente en la Unión Económica Euroasiática (UEE) y la Organización de Cooperación de Shanghái (OSC)», dijo Putin.
El servicio de prensa del presidente ruso confirmó el martes que el mandatario llegará a Kazajistán el jueves para reunirse con su homólogo, Kasim-Yomart Tokáyev, con quien abordará asuntos claves de las relaciones bilaterales y las perspectivas de interacción en el marco de alianzas de integración en el espacio euroasiático, así como problemas de urgencia regional e internacional.
A diferencia de las estructuras occidentales
Al centrarse en los temas de la OCS, el jefe de Estado ruso resaltó el amplio espacio que ocupan los países participantes -desde el sur y sureste de Asia hasta Oriente Medio y Europa-, lo que le otorga un poderoso potencial económico y político.
El atractivo de la OSC, sostuvo, consiste en su orientación hacia la creatividad y la cooperación multilateral, la consideración mutua de intereses, la igualdad, la apertura y el respeto por la diversidad cultural y civilizacional.
«Esto distingue ventajosamente a nuestra organización de las estructuras de bloque estrecho promovidas por Occidente, que tienen una composición limitada y selectiva de los participantes», indicó.
Manifestó apoyo a las prioridades planteadas por Kazajistán, que preside la organización este y el próximo año, «dirigidas a aumentar su prestigio e influencia en la arena internacional».
Putin mencionó también a la Comunidad de Estados Independientes y la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva como otros formatos importantes para el mantenimiento de la paz y la estabilidad en el espacio euroasiático. En esas entidades, Moscú y Astaná asumirán las presidencias respectivas el próximo año.
Integración económica
En términos de estabilidad económica, subrayó el «papel clave» de la UEE, en cuyo marco «se están creando las condiciones para el desarrollo sostenible de las economías de los Estados miembros, su modernización integral y el aumento de su competitividad a escala mundial».
«En el difícil entorno geopolítico actual, se hace hincapié en garantizar la soberanía tecnológica, crear una infraestructura financiera independiente y aumentar la participación de las monedas nacionales en las liquidaciones mutuas», profundizó.
Cooperación energética
Al referirse a las relaciones bilaterales, el mandatario ruso acentuó las «significativas ventajas competitivas en el ámbito energético» de ambos países, por razones geográficas y geológicas.
Mencionó en particular los proyectos conjuntos de exploración y refinería de hidrocarburos desarrollados por compañías rusas y socios kazajos. Remarcó las amplias perspectivas de cooperación en gas natural, gracias a la desarrollada infraestructura de transportación y distribución en Rusia y Asia Central y el alto nivel de coordinación tanto bilateral como multilateral.
Al respecto, recordó la puesta en marcha de los suministros de gas natural desde Rusia a Uzbekistán a través de Kazajistán, el mes pasado, y dijo considerar viable conversar con Turkmenistán sobre su unión a este tipo de cooperación.
Asimismo, Rusia está dispuesta a aportar su respaldo a la gasificación de las regiones norteña y oriental de Kazajistán, para lo cual se están diseñando variantes sobre la infraestructura de transportación de gas, bajo una hoja de ruta firmada por el gigante ruso Gazprom y el Gobierno kazajo en enero de este año.
«Nuestros países también cooperan constructivamente en el sector del petróleo. Utilizando las capacidades logísticas del Consorcio del Oleoducto del Caspio, garantizan que el petróleo se transporte a los mercados mundiales de la manera más fiable y económicamente favorable. Junto con sus socios de la OPEP+, contribuyen de manera significativa a garantizar la estabilidad y previsibilidad del mercado mundial del petróleo», afirmó Putin.
El presidente mencionó proyectos conjuntos en la minería de uranio y la consideración por parte de Kazajistán de un proyecto de construcción de una central nuclear. En caso de una decisión positiva, la corporación atómica rusa Rosatom está lista para elaborar un proyecto que incorpore las tecnologías avanzadas con acato a las normas medioambientales y de seguridad más estrictas.