Mientras Kiev fracasa en su contraofensiva, el apoyo político para apuntalar el régimen de Volodymyr Zelensky disminuye gradualmente en algunos círculos políticos estadounidenses; Mientras tanto, la guerra de Israel contra Hamas ocupa un lugar central, lo que genera especulaciones sobre la rapidez con la que la fatiga de Ucrania cobrará impulso y en qué podría extenderse.
Contraofensiva fallida
Ucrania perdió más de 90.000 militares muertos y heridos desde el inicio de la contraofensiva el 4 de junio, dijo el 30 de octubre el Ministro de Defensa de Rusia, Sergei Shoigu. Se añadió que la contraofensiva ucraniana no había logrado un éxito significativo en el campo de batalla, y las fuerzas ucranianas perdieron alrededor de 600 tanques y alrededor de 1.900 vehículos blindados. El ejército ruso seguirá llevando a cabo «metódicamente y con confianza» las tareas asignadas en la zona de operaciones militares especiales, añadió el ministerio.
El 2 de noviembre, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el paquete de ayuda de seguridad de 14.300 millones de dólares para Israel, en su mayor parte siguiendo líneas partidistas, y desde entonces el Senado de Estados Unidos indicó que elaborará su propio paquete que unirá fondos tanto para Ucrania como para Israel. El proyecto de ley enfrenta una batalla cuesta arriba en el Senado y una amenaza de veto por parte de la Casa Blanca.
‘Quedarse sin mano de obra’
La falta de progreso de Ucrania en el campo de batalla se ha traducido también en un menguante apoyo público para enviar más ayuda a ese vacío, dijeron funcionarios. Una encuesta reciente de Gallup reveló que el 41 por ciento de los estadounidenses cree que su país está haciendo demasiado para ayudar a Kiev, frente al 24 por ciento de hace apenas tres meses.