Señaló que «en condiciones en las que prácticamente se ha agotado el potencial de agresión de las sanciones», Occidente pueda recurrir a provocaciones o actos de sabotaje en las instalaciones «más importantes de la infraestructura mundial».
Rusia está resistiendo eficazmente la presión de las sanciones, mientras que Occidente «está prácticamente enredado» en sus medidas punitivas, que están afectando a su propia economía, declaró este miércoles el presidente ruso, Vladímir Putin, durante una reunión por videoconferencia, en la que se abordaron asuntos económicos.
Señalando que los países occidentales ya han impuesto innumerables paquetes de sanciones contra Rusia en los últimos años, el mandatario ruso advirtió que Moscú «debe estar preparada para el hecho de que la presión de las sanciones por parte de Occidente se intensificará».
Añadió que los países occidentales «están prácticamente enredados» en sus propias medidas restrictivas. «Han intentado castigarnos, y al final, como podemos ver, es bastante obvio, podemos verlo en las estadísticas, han golpeado su propia economía y puestos de trabajo», dijo.
Putin indicó que ellos, «ahora en sus fantasías, llegan hasta el absurdo», decidiendo prohibir la exportación a Rusia de destornilladores, agujas, etc. «Vale, cuantos menos trastos, incluso mejor: de esa forma es menos probable que las grandes metrópolis europeas nos exporten chinches hacia aquí», señaló.
Probabilidad de provocaciones
Al mismo tiempo, según el presidente, a las autoridades rusas les preocupa que «en condiciones en las que prácticamente se ha agotado el potencial de agresión de las sanciones», Occidente pueda recurrir a provocaciones o actos de sabotaje en las instalaciones «más importantes de la infraestructura mundial», refiriéndose a las explosiones de los gasoductos Nord Stream en el Báltico el año pasado.
Recordó que a principios de octubre, se registró una caída de presión en el gasoducto Balticconnector, entre Estonia y Finlandia. Entonces el presidente finlandés, Sauli Niinisto, afirmó que la instalación podría haber sido dañada como resultado de una «actividad externa», mientras que algunos países occidentales intentaron culpar a Rusia del incidente.
De acuerdo con Putin, Balticconnector en sí «no es nada, los volúmenes que hay son insignificantes», pero los países no amistosos pueden utilizar de alguna manera incidentes de este tipo para tratar de perjudicar a Rusia.
De este modo, subrayó que es necesario calcular los riesgos y responder con anticipación para «garantizar el desarrollo progresivo de la economía y la esfera social, la seguridad de los ciudadanos y la protección de los intereses nacionales» de Rusia.