Según el acuerdo, se prohíben realizar explosiones de ensayo de armas nucleares, aunque sean con fines pacíficos, en todas las esferas, incluyendo la atmósfera, el espacio, bajo el agua y bajo tierra.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó este jueves una ley para retirar la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares.
La firma se produce después de que la Duma Estatal y el Consejo de la Federación de Rusia —las dos cámaras del Parlamento del país— aprobaran el documento. Desde el Consejo de la Federación indicaron que Washington lleva al menos dos décadas sin dar luz verde al pacto, lo que lo convierte en una «farsa».
El Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares fue aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de septiembre de 1996 y se abrió para la ratificación el 24 de septiembre del mismo año.
Según sus disposiciones principales, se prohíben realizar explosiones de ensayo de armas nucleares, así como con fines pacíficos, en todas las esferas, incluyendo la atmósfera, el espacio, bajo el agua y bajo tierra. Es de duración indefinida, y los firmantes tienen la posibilidad de retirarse de él si deciden que «circunstancias excepcionales relacionadas con el contenido del tratado han puesto en peligro sus intereses supremos«.
El documento nunca ha entrado en vigor, puesto que para ello es necesaria la participación de todos los países que poseen armas nucleares o la posibilidad de fabricarlas. De los 44 países que cumplen estos requisitos, en base a los datos de la OIEA, 36 lo firmaron y ratificaron, mientras que EE.UU., China, Egipto, Israel e Irán lo firmaron pero no lo ratificaron. Las tres potencias nucleares más jóvenes (India, Corea del Norte y Pakistán) no lo han firmado.