Este martes, Israel bombardeó un campo de refugiados en el enclave, lo que, según reportes, mató a cientos de civiles.
Washington reconoció que los ataques de Israel contra la Franja de Gaza están causando la muerte de numerosos civiles palestinos, pero, a su juicio, las fuerzas israelíes buscan evitar esa consecuencia, declaró este martes el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, durante una rueda de prensa.
A la pregunta de si el presidente Joe Biden considera que Tel Aviv respeta las reglas de la guerra, Kirby respondió que las autoridades estadounidenses no van a comentar «los acontecimientos sobre el terreno en tiempo real».
Señaló que, según las declaraciones de Israel, sus tropas están haciendo «esfuerzos para tratar de evitar víctimas civiles». «Y creo que ciertamente están haciendo esos esfuerzos. Eso no significa que no haya habido víctimas civiles. Trágicamente, ha habido muchas, miles de ellas», dijo el funcionario.
Anteriormente, declaró que la Casa Blanca no está poniendo limitaciones a Israel en relación con sus acciones en el enclave palestino. «No estamos trazando líneas rojas para Israel», afirmó el vocero, añadiendo que la Administración Biden seguirá apoyando a Tel Aviv y dialogando conjuntamente sobre su plan de acción.
Nuevo bombardeo israelí contra un campo de refugiados
Mientras tanto, este martes las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) bombardearon el campo de refugiados de Jabalia, que, según la parte palestina, quedó «completamente destruido». El director de Defensa Civil de Gaza, Ahmad al-Kahlout, afirmó que «destruyeron este distrito con seis bombas de fabricación estadounidense».
Aunque todavía no se ha determinado el número exacto de víctimas que dejó el ataque al campamento, el director del Hospital Indonesio en Gaza dijo ya en un primer momento que «más de 50 personas han muerto hasta ahora». Otras fuentes indican que el bombardeo israelí destruyó 15 edificios civiles y dejó «unos 100 muertos y 300 heridos».
Por su parte, Israel confirmó el ataque aéreo contra el campo de refugiados. Afirmó que el bombardeo provocó el derrumbamiento de túneles subterráneos utilizados por Hamás, y admitió que también derribó varios edificios cercanos y provocó la muerte de decenas de civiles.