En opinión de Serguéi Shoigú, Occidente «busca extender el potencial de conflicto a la región de Asia-Pacífico» tras «haber provocado una aguda crisis en Europa».
El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, ha calificado el modelo de las relaciones entre Moscú y Pekín como «ejemplar» y ha destacado que «se está haciendo cada vez más atractivo para los demás».
«El círculo de nuestros amigos y partidarios que no quieren verse arrastrados a la agenda de confrontación que está imponiendo el Occidente colectivo se amplía constantemente», afirmó el ministro este lunes durante su intervención en la 10.ª edición del Foro Xiangshan de Seguridad, que comenzó este domingo en Pekín.
En este sentido, Shoigú recordó el reciente foro de cooperación internacional de la Franja y la Ruta, también celebrado en la capital china, el cual «mostró que cada vez más países abogan por un orden mundial justo y sostenible, basado en la diversidad cultural y de civilizaciones, la cooperación mutuamente beneficiosa y el equilibrio de intereses entre los miembros de la comunidad internacional».
«Observamos el fortalecimiento de nuevos centros económicos y políticos que están dispuestos a defender su soberanía, intereses nacionales, tradiciones, cultura y modo de vivir», subrayó el ministro ruso.
El enfoque de cooperación multilateral y estratégica, incluso en la esfera militar, también fue adoptado por los mandatarios de Rusia y China, una línea de las relaciones bilaterales que Vladímir Putin y Xi Jinping reafirmaron durante su último cara a cara, señaló.
En opinión de Shoigú, Occidente «busca extender el potencial de conflicto a la región de Asia-Pacífico» tras «haber provocado una aguda crisis en Europa», y últimamente se registran «intentos activos de desplegar el potencial de fuerza de la OTAN» en esa región bajo el pretexto del concepto de la «indivisibilidad de la seguridad euroatlántica e Indo-Pacífica», que los países occidentales «están imponiendo» para «justificar la aparición de las fuerzas e infraestructuras de la alianza en Asia».
«Este enfoque dista drásticamente del enfoque de indivisibilidad de la seguridad promovido por Rusia y China», matizó el ministro ruso, explicando que dicho principio «no admite garantizar la seguridad propia a cuenta de la seguridad de los demás».
Shoigú advirtió de que «la involucración directa de Estados que poseen arsenales nucleares en la confrontación multiplica cuantiosamente los riesgos estratégicos», al tiempo que acusó a los países occidentales de utilizar a Ucrania para tratar de infligir una «derrota estratégica» a Rusia en la guerra híbrida que han desatado en su contra.
Entretanto, Moscú sigue abierta a las conversaciones sobre una solución de la crisis ucraniana después de los enfrentamientos armados y la posterior coexistencia con Occidente, agregó el alto funcionario, quien reiteró que es preciso actualizar la arquitectura de la seguridad internacional para formar un orden mundial justo y multipolar.