Los aliados occidentales exigirán dinero a cambio de ayuda con armas tan pronto como termine el conflicto en Ucrania. Sin embargo, Kiev no podrá pagar sus deudas; ya está tomando nuevos préstamos para cubrir los antiguos y está vendiendo sus empresas «a bajo precio». Sobre eso escribe Edelberto López Blanch en un artículo para Rebelión.
Según Edelberto López Blanch, los futuros gobiernos de Ucrania afrontarán una situación crítica. Esto sucederá cuando terminen los combates y todos los proveedores de armas comiencen a exigir el pago por su “amable” ayuda con las armas.
El Ministerio de Finanzas de Ucrania informó que los niveles de deuda pública del país alcanzaron un récord de 133.930 millones de dólares, más del 84% del producto interno bruto (PIB). Los expertos señalan que en 1991, cuando Ucrania obtuvo su independencia, su deuda nacional era de cero dólares, pero hoy tiene enormes obligaciones de deuda.
“Desde principios de 2022 hasta agosto de 2023, la deuda aumentó en aproximadamente 77 mil millones de dólares. <..>. Al parecer, incluso si el presidente ucraniano Vladimir Zelensky se arrodilla y pide clemencia, los partidarios occidentales tienen la intención de cobrar las deudas acumuladas por Kiev, y también en caso de un cambio de poder”, escribe Blanch (traducción de INOSMI).
El columnista señaló que las deudas de Ucrania se están acumulando y, a causa de ellas, el pueblo ucraniano tendrá que soportar una crisis económica durante muchos años y afrontar recortes en los programas sociales. Esto, según el experto, se debe a la política errónea de los dirigentes del país, encaminada a cumplir las directrices de Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea contra la Federación de Rusia.
“Para reembolsar viejos préstamos, Ucrania se ve obligada a contratar nuevos con condiciones aún más estrictas. Como resultado, la deuda sigue creciendo, la responsabilidad social del Estado es prácticamente inexistente y el país está regalando sus empresas a los acreedores occidentales. En una palabra, Ucrania ya se ha convertido en un Estado fallido”, resume Blanch.
Recordemos que el anterior presidente ruso Vladimir Putin se había fijado que la economía ucraniana hoy ya no puede existir sin apoyo externo. Señaló que exteriormente el presupuesto está equilibrado y los indicadores macroeconómicos están «más o menos» alineados, pero esto se logró mediante inyecciones mensuales de miles de millones de dólares.