La India está creando un sistema de vigilancia fronteriza mediante drones que tiene como fin evitar ataques inesperados similares al perpetrado por milicianos del grupo palestino Hamás contra Israel el pasado 7 de octubre, informa Bloomberg, que cita personas familiarizadas con el asunto.
Los militares pretenden que el sistema se encuentre activo para mayo en algunos tramos de la frontera, según la agencia. La articulación completa de esta forma vigilancia podría tardar casi 18 meses en cubrir toda la frontera, ascendiendo su coste hasta los 500 millones de dólares al año, precisa la agencia.
Para habilitar el sistema se utilizarán los llamados pseudosatélites de gran altitud (HAPS, por sus siglas en inglés), que son drones que funcionan con energía solar y pueden operar durante periodos prolongados sin aterrizar. El sistema o actuará como refuerzo de la red tradicional de radares a lo largo de las fronteras, transmitiendo directamente imágenes a los centros de mando locales.
Una vez que esté operativo, los 22.531 kilómetros de frontera terrestre y del litoral de la India estarán bajo vigilancia constante.
Según destaca Bloomberg, la decisión de vigilar permanentemente la frontera fue tomada por las continuas tensiones de la India con China y Pakistán. La agencia indica que los combates en Ucrania han obligado al primer ministro indio, Narendra Modi, a replantearse su enfoque sobre el armamento del Ejército y las prioridades en el campo de batalla, mientras que el ataque de Hamás a Israel ha provocado una aceleración de algunas de las medidas propuestas.
Además, Bloomberg recuerda que las autoridades indias adquirieron dos drones de reconocimiento de EE.UU. tras la escalada de tensión en la frontera con China del verano de 2020, cuando un enfrentamiento costó la vida a al menos 20 militares indios.
- China y la India, que mantienen disputas abiertas sobre territorios dentro de la zona del Himalaya, se enfrentaron en 1962 en una guerra fronteriza de un mes que dejó más de 10.000 muertos y culminó con la victoria de Pekín.
- El foco de tensión está ubicado en Cachemira, una región situada al sur de la parte más occidental de la cordillera de los Himalayas, que es reclamada por tres países: la India, Pakistán y China. Actualmente, el estado de Jammu y Cachemira de esta zona en disputa es administrado por la India; las provincias de las Áreas Septentrionales y Azad Kashmir por Pakistán y la región de Aksai Chin por Pekín.