Khaled Meshaal cree que Israel recibió luz verde de Washington y los países occidentales para arrasar por completo en el enclave palestino, lo que constituye una «política de tierra quemada».
Khaled Meshaal, líder en el extranjero del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás, por su acrónimo en árabe), cree que el conflicto en la Franja de Gaza forma parte de una guerra global dirigida por EE.UU., según lo declaró durante un discurso este domingo, informa el portal panárabe Al-Araby Al-Jadeed.
Meshaal afirmó que Israel recibió luz verde de Washington y los países occidentales para arrasar por completo el enclave palestino, lo que constituye una «política de tierra quemada y destrucción masiva», siendo su plan aplastar Gaza y la resistencia con el beneplácito internacional.
«Hoy el escenario es una guerra global dirigida por EE.UU., que no solo los apoya [a los israelíes], sino que la batalla está dirigida por su presidente [Joe Biden], que vino para estabilizarlos, aliviar el shock y darles miles de millones de dólares en ayuda y armas para destruir Gaza», aseguró.
En este sentido, recordó la visita al país hebreo de los secretarios de Estado y de Defensa de EE.UU., Antony Blinken y Lloyd Austin, respectivamente, tras la escalada de tensiones, asegurando que los objetivos de Washington son «aplastar a Hamás y desmantelar la incubadora popular» y, si lo consiguen, «impondrán su hegemonía absoluta en la región».
«Batalla histórica»
El líder del movimiento palestino en el extranjero indicó que ya libraron esta «batalla histórica» en el pasado, resistiendo a cinco guerras sucesivas, añadiendo que es su deber movilizarse para la yihad —guerra islámica— con la finalidad de ganarla.
Asimismo, hizo hincapié en que es menester ayudar a Gaza, proporcionar armas a la resistencia, realizar manifestaciones para expresar la «ira pública» y llevar a cabo un «diluvio mediático» que presente la «honesta narrativa palestino-árabe» y refute la «falsa narrativa» israelí.
«Blinken vino a la región para ejercer presión e imponer la narrativa estadounidense, pero la postura oficial árabe se negó a condenar a Hamás, y condenó el crimen, la aniquilación de Gaza y el desplazamiento. Todo esto son cosas buenas, pero queremos más. Y desarrollar la posición oficial árabe e islámica para que sea fuerte y cohesiva», concluyó.
La escalada de tensión entre Israel y el movimiento radical palestino Hamás se adentra en su tercera semana, dejando miles de muertos y heridos en ambos bandos. Los militares hebreos prometieron lanzar una «operación terrestre» a gran escala que aún no ha comenzado. Entretanto, las Fuerzas de Defensa de Israel siguen lanzando ataques aéreos masivos contra la Franja de Gaza, al mismo tiempo que atacan posiciones de la organización chií Hezbolá en la frontera con el Líbano.