El responsable de la Defensa israelí afirma que el país está en una «guerra sin elección» pero que hará lo necesario para ganarla.
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, dijo este sábado que el movimiento chií Hezbolá está sufriendo las consecuencias de haber atacado con cohetes y artillería a objetivos militares y civiles en el norte del territorio israelí, informó The Times of Israel.
«Hezbolá ha decidido participar en los combates, estamos exigiendo un alto precio por ello», indicó Gallant durante una visita a la base de la 91.ª división territorial de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), ubicada cerca de la frontera con el Líbano.
Asimismo, señaló que «los desafíos serán mayores» que los actuales, por lo que advirtió a las tropas que estén preparadas «como un resorte» para actuar ante «cualquier situación» que se presente.
Por otro lado, el alto funcionario militar afirmó que su país está «en una guerra sin elección», pero que las FDI llevarán a cabo operaciones «donde sea necesario» y que serán las vencedoras en este enfrentamiento con el movimiento palestino Hamás.
En los últimos días las FDI han estado realizando ataques aéreos contra instalaciones del movimiento Hezbolá en el sur del Líbano en respuesta a los lanzamientos de misiles hacia la zona norte de Israel.
El portavoz de las FDI, Daniel Hagari, afirmó este viernes que la política actual del Ejército es que, «cada vez que Hezbolá dispare», ellos responderán. No obstante, dos funcionarios estadounidenses citados por The Times of Israel aseguraron que el Gobierno de EE.UU. ha instado a las autoridades israelíes a no iniciar una campaña en contra del movimiento chií para evitar que el conflicto actual se extienda más allá de Gaza.