Moscú ha advertido repetidamente a la OTAN contra su expansión hacia el este, que según el Kremlin podría inflamar aún más las tensiones en Europa.
«Y cada vez que expresábamos nuestras preocupaciones, nos decían: bueno, sí, les prometimos no expandir la OTAN hacia el este, pero fueron promesas verbales, es decir, ¿dónde está un trozo de papel con nuestra firma? No existe tal papel, así que adiós. Verás, es muy difícil mantener un diálogo con gente así», subrayó Putin.
«¿Cómo podemos negociar si cada administración estadounidense empieza a cambiar algo desde cero? Esto está relacionado con todos los temas, incluido el que estamos discutiendo», añadió Putin.
La OTAN calificó el ejercicio como «una actividad de entrenamiento de rutina que se ha llevado a cabo anualmente durante más de una década». La alianza argumentó que el ejercicio «implica aviones de combate capaces de transportar ojivas nucleares, pero no implica bombas reales».