QUITO — El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, encabeza en Quito una reunión del Gabinete de Seguridad tras el crimen múltiple de los seis detenidos imputados por el asesinato del candidato presidencial a la primera vuelta en las urnas, Fernando Villavicencio, el pasado 9 de agosto.
«El presidente Lasso y el Gabinete de Seguridad empezaron a sesionar esta mañana [el 7 de octubre] en [el Palacio de] Carondelet, para tratar la crisis en el sistema penitenciario», publicó la Presidencia en la red social X (Twitter).
El asesinato de los seis reclusos tuvo lugar el 6 de octubre, antes de la segunda vuelta, programada para el próximo 15 de octubre, de las elecciones para elegir al binomio que gobernará al país desde 2023 hasta mayo de 2025 y el mismo día en que el ministro del Interior, Juan Zapata, informó que está listo el informe sobre el crimen de Villavicencio
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El mandatario había viajado a Estados Unidos para un viaje personal, en medio de críticas a su constante agenda en el exterior en medio de la ola de violencia que afecta al país, pero tras los sucesos ocurridos el viernes en la cárcel número 1 de la provincia de Guayas (suroeste), él anunció su retorno.
El 6 de octubre, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad Adultas y a Adolescentes Infractores (SNAI) confirmó que seis reclusos investigados por la ejecución del candidato Villavicencio fueron asesinados.
Según ha trascendido, una séptima persona vinculada al crimen también murió en la cárcel del Inca en Quito, pero el SNAI no confirma el dato.
Este nuevo hecho se registra en medio de un renovado estado de excepción en las cárceles, establecido tras el homicidio del aspirante presidencial cuando este salía de un mitin electoral.
El 5 de octubre también fue asesinado el fiscal Genaro Reascos, cuando se trasladaba en su auto en la provincia de Los Ríos, y fue secuestrada Mariana Mendieta, exalcaldesa por dos periodos del cantón Durán (también en Guayas), sin que la Policía tenga rastro de su paradero.
Ecuador vive una ola de violencia sin precedentes, que en 2022 cobró la vida de más de 4.500 personas y este 2023 podría superar esa cifra.