La Administración Biden renuncia a 26 leyes para construir una parte del muro fronterizo entre Estados Unidos y México

Algunas de estas leyes están relacionadas con la protección del aire, el agua, las tierras públicas, la vida silvestre en peligro de extinción y las tumbas indígenas.

El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS, por sus siglas en inglés) anunció este miércoles que se tomó la decisión de renunciar «a ciertas leyes, reglamentos y otros requisitos legales» con el propósito de facilitar los trabajos de construcción del muro fronterizo en el condado de Starr, en Texas.

La entidad gubernamental explicó que en este condado, que forma parte del sector del Valle del Río Grande de la Patrulla Fronteriza, se ha registrado un alto índice de personas que intentan llegar a territorio estadounidense de manera ilegal. Según datos de las autoridades fronterizas, en el presente año fiscal se han contabilizado alrededor de 245.000 entradas ilegales en esta región.

Ante esta situación, el DHS precisó que «tomará medidas inmediatas» para iniciar la construcción de «barreras físicas y caminos adicionales» a lo largo de la frontera sur de Texas. El Centro de Diversidad Biológica detalló que con esta resolución se prescindirá de alrededor de 26 leyes que protegen el aire, el agua, las tierras públicas, la vida silvestre en peligro de extinción y las tumbas indígenas.

«Es desalentador ver al presidente Biden rebajarse a este nivel, dejando de lado las leyes ambientales fundamentales de nuestra nación para construir muros fronterizos ineficaces que matan la vida silvestre», señaló el defensor ambiental Laiken Jordahl, quien recalcó que «el condado de Starr alberga algunos de los hábitats más espectaculares y biológicamente importantes que quedan en Texas y ahora las excavadoras se están preparando para atravesarlo».

La organización ambientalista indicó que las estructuras del muro también dañarán los entornos en donde habitan plantas en peligro de extinción, como la vaina de Zapata y el algodoncillo postrado, y especies animales como el ocelote .

Por otro lado, el juez del condado de Starr, Eloy Vera, dijo que una de las preocupaciones relacionadas con la edificación de muro «es que esa zona es altamente erosiva», además de que existen «muchos arroyos». El funcionario asegura que estas corrientes naturales de agua atraviesan los ranchos de la zona y desembocan en el río Bravo.

«Un muro fronterizo es una solución del siglo XIV a un problema del siglo XXI. No reforzará la seguridad fronteriza en el condado de Starr», manifestó el representante demócrata Henry Cuellar, reiterando que continuará oponiéndose «al despilfarro del dinero de los contribuyentes en un muro fronterizo ineficaz».

Entre 2017 y 2021, la Administración del entonces presidente Donald Trump mandó construir aproximadamente 724 kilómetros de barreras a lo largo de la frontera suroeste de EE.UU. No obstante, el reciente decreto del DHS difiere de la postura que pregonaba el actual Gobierno estadounidense, puesto que en enero de 2021 el presidente Joe Biden proclamó el fin de la construcción del muro, asegurando que esta medida no era «una solución política seria».

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